Mi amigo bloguero Félix Portillo que tiene un blog sobre Madrigal de las Altas Torres, (en el que por cierto hace ya un año que no nos regala ningún artículo), me solía decir cuando yo volvía de un viaje un dicho de su pueblo: una vieja fue a los baños y tuvo para contar cien años. El dicho tiene su gracia y hace justicia a la verdad, así que los comentarios sobre las experiencias de nuestro reciente viaje las titularemos así.
NOTA. Las fotos de esta entrada están sacadas de la red, nuestros amigos no nos llevaron a Camden.
Cerca del idílico barrio residencial donde la generosidad de los amigos nos alojó en N.J. está la ciudad de Camden que posee el dudoso mérito de ser la segunda ciudad más peligrosa de los Estados Unidos. No quiero ni pensar cómo será la primera. Hace poco el New York Times titulaba: “las fuerzas policiales reducidas casi a la mitad, Camden sufre el golpe”. Y añadía:
”CAMDEN, Nueva Jersey – Desde que el ayuntamiento despidió a casi la mitad de su fuerza policial en enero, el alcalde y el jefe de la policía han tratado de mantener una actitud positiva, el jefe de la policía incluso sugirió que con sus actuales fuerzas, más agiles, la ciudad será un modelo para otras en circunstancias similares.”
No quisiera que nuestros políticos leyeran esto porque podrían aprender aún más sobre cómo hacernos tragar recortes. Afortunadamente los políticos no leen esto. Casi podría decir que no lo lee nadie, pero este no es el tema.
Camden por lo tanto es una ciudad muy insegura y de la que se habla mucho en el país, la reducción de efectivos ha levantado las críticas de los conservadores, pero lo que nadie dice es que Camden era el barrio industrial de Filadelfia y que estaba lleno de fábricas, por lo visto, de las industrias navales. Allí se creo la compañía RCA Victor, que los aficionados a la música hemos conocido de siempre. También se creó allí la empresa que fabricaba las sopas Campell, famosas por los botes de Warhol y tuvo el primer auto cine de los Estados Unidos. También fue cuna de Walt Whitman, que está allí enterrado.
En Camden se fabricaron muchos barcos para el glorioso ejército salvador de la II Guerra Mundial. Llegó a ser ¡el mayor astillero del mundo! Los recortes habidos en toda la industria naval en los ochenta, (como conocen bien aquí en El Ferrol, en Cádiz o en Cartagena), fueron traumáticos porque llevaron a una gran cantidad de trabajadores al paro, pero finalmente la reconversión naval se llevó a la práctica y en alguna medida sus efectos negativos fueron mitigados. En la muy liberal economía americana aquellas fábricas cerraron y el gobierno impuso paz y después gloria, aunque la cosa no salió así de pacífica. Pero eso parece que no le preocupa a nadie porque las cosas en la economía son como son y el que no sale adelante es porque no se lo merece, según la teoría "neocon".
Hoy de Camden se habla en las páginas de delincuencia del NYT no en las de economía, en estas últimas no hay nada relevante que decir sobre la ciudad.¿Es que no hay una relación entre ambas?
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