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lunes, 23 de junio de 2008

Monumento a la estupidez (estupidez monumental)




Otro monumento a la estupidez. Conocía de las revistas del ramo la Biblioteca Pública del barrio de Fuencarral en Madrid y me había parecido, en su día, que tenía un diseño interesante, a lo “Corbu”, con unas texturas contrastantes a base de hormigón visto y cristal. Pero el otro día pasé por allí de casualidad y me quedé asombrado de lo que puede hacer la estupidez humana. El autor, Andrés Perea Ortega, ha construido un edificio bioclimático pero sin saberlo, y claro, el resultado es desastroso. Resulta que este señor, que dice ser arquitecto, ha estado ojeando superficialmente revistas de arquitectura (supongo que en la peluquería) y se ha aprendido una serie de elementos constructivos, de soluciones, que luego ha puesto en práctica, pero totalmente fuera de contexto. Me explicaré. Resulta que el susodicho individuo coloca una fachada de cristal levemente protegida del soleamiento por la obra de hormigón y que tiene unas viseras horizontales, así mismo para la protección solar. Pero como no sabe para qué sirve todo esto, va y le pone delante un cristal que tapa este conjunto bioclimático elemental, conocido hasta por los jubilados del barrio (que lo han leído en el suplemento dominical de su periódico preferido), con lo que no solo se carga el conjunto sino que, además, agrava el tema con un soleamiento sin protección alguna. Pero lo más grave no es esto, es que encima, este tipo de fachada, que están diseñadas para situarlas con una orientación Sur, va el señor y lo coloca al oeste. Cuando pasé por el lugar, una tarde de junio en que un sol de justicia entraba hasta el fondo del edificio por la cruel cristalera, se me pusieron los pelos de punta. Aquello era una central térmica calentando el edificio. Decidí entrar a ver como se estaba allí. No hacía calor, pero el volumen de aire acondicionado que le estaban insuflando era tal que se te levantaba la falda como a Marilin Monroe en “con faldas y a la lo loco”. La fachada opuesta, (en este caso al este), que debía haber sido la fachada norte, es una fachada muy ciega, con apenas huecos, tal como lo ha visto este señor en las revistas de arquitectura que le han servido de inspiración.
El tema es muy grave, pero más grave aún es que el individuo se dedique a dar clases y a enseñar a los futuros arquitectos.
¡ Que Dios nos coja confesados!.

domingo, 22 de junio de 2008

Amor a primera vista.


Mis amigas se hacen la pregunta de si se puede vivir sin amor. Es una pregunta trampa porque solo tiene una respuesta: no. A quienquiera que hagas la pregunta sabes ya de antemano lo que te va a contestar. Pero hay que tener cuidado con la apariencia superficial de las cosas, con los lugares comunes y con las preguntas trampa. La confusión se produce porque todo el que piensa que se puede vivir sin amor se lo calla y solo expresan su opinión los majaderos que opinan lo contrario.
De hecho, la vida no se parece mucho a como la pintan los tópicos. En el fondo, no solo se puede vivir sin amor, sino que además se debe. No voy a traer aquí a colación los innumerables textos que han glosado el amor como enfermedad peligrosa. Todo el mundo los conoce y quien no los conozca, peor para él, pero la conclusión es que el amor solo puede servir para arruinarte la vida. Si tienes que elegir entre un amor y una buena posición social, no quiero decirte lo que la lógica te está indicando a gritos. ¿Qué es mejor una buena pareja o un buen piso en el centro?. ¿Es mejor un romance que un BMW reluciente?. Sí, lo ideal es tenerlo todo, pero si tienes que elegir no dejes que las novelas románticas te arruinen tu cuenta de resultados o si no te arrepentirás toda la vida.

martes, 10 de junio de 2008

Medidas razonables.


Vamos progresando.
La unión europea ha aprobado una ley (que aún tiene que ratificar el parlamento europeo) para que la jornada laboral pueda ser de hasta 60 horas semanales y de 65 en los casos de guardias como las que hacen los médicos. Como este máximo es trimestral se podrían llegar a 78 horas semanales.
Lo más razonable sería que los eurodiputados trabajaran 60 horas semanales durante un año antes de votar la proposición. Después podrían adoptar la medida si consideran que es una forma adecuada de trabajar. Claro que me refiero a trabajar, no a tomar café en la cafetería del Congreso de Europa. Sin ser tan radicales podríamos dejarlo en que trabajaran 60 horas en un año.
Dice El País que el límite hasta ahora vigente de 48 horas se tomó hace 91 años. Realizando una complicada operación matemática he descubierto que la jornada máxima de 48 horas se adoptó en 1917. Como el estudio de la historia ha dejado de tener importancia académica diré para el que no lo sepa que en ese año fue cuando triunfó la revolución bolchevique que dio origen a la Unión Soviética en la Rusia post-zarista.
A lo mejor es que están desmontando la historia.
A lo mejor es por eso que no quieren que la conozcamos ni que los chicos la estudien.
A lo mejor hay que volver a constituir los soviets.
A lo mejor esto de Europa en manos de los liberales neo-cón no vale para nada.
A lo mejor esta Europa es solo de los empresarios.
A lo mejor es que los asalariados estamos arruinando a los empleadores y por eso están cada día más hambrientos.
Veremos.

lunes, 9 de junio de 2008