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jueves, 23 de diciembre de 2010

Feliz Navidad, madres de Mayo.

El dictador argentino Videla, condenado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad



miércoles, 22 de diciembre de 2010

Encinas y setas.

Habíamos estado caminando todo el día entre encinas y alcornoques y empezábamos a notar el cansancio. Además, el tenue sol del atardecer ya no era suficiente para calentarnos y empezaba a hacer frío. Es difícil en la dehesa descubrir esas maravillas culinarias conocidas con el nombre científico de “boletus aereus” y “boletus edulis”. El suelo de la dehesa está cubierto de hierbas, de hojas secas caídas de los alcornoques, de matorral, pequeñas piedras que tienen el mismo color y casi la misma textura que el sombrero de la seta, de modo que uno pasea todo el día con la mirada fija en la zona que rodea los troncos de los árboles en un radio de pocos metros sin encontrar el tesoro buscado. Cuando ya está a punto de desmoralizarse, el paseante descubre algo que le llama la atención, se acerca y descubre que, efectivamente, ahí está. Limpia cuidadosamente la hojarasca en el entorno y va despejando la presencia, cada vez más esplendorosa, del carpóforo encontrado y con meticulosa mano corta la pieza ayudándose de la navaja, con cuidado de no destrozar más de lo necesario, colocando después en el cesto su suntuoso hallazgo.

Fue la falta de luz la que nos disuadió de marcharnos pues ni el cansancio ni el frío lo habían hecho.

Mientras ella limpiaba las setas yo iba preparando un poco de cebolla para que se pochara lentamente en la sartén. Después, cuando la troceada hortaliza empezaba a coger una tonalidad dorada le añadía un poco de vino blanco y una pizca de oporto y, una vez reducido, añadía las setas troceadas en tacos de color blanquecino pajizo por la carne y marrón por el exterior del sombrero. Tras sofreirlas, añadía el arroz y después de frito, la mitad del caldo de ave y la mitad del parmesano rallado. A diferencia de la paella, para elaborar un risotto de funghi hay que mover el arroz frecuentemente con el cucharón de madera para que vaya soltando el almidón y se convierta en un guiso de textura untuosa. El resto del caldo y del parmesano se va vertiendo poco a poco. Si hiciera falta se añade algo más de agua para que termine de hacerse. Finalmente se le mezcla la nata, se deja un minuto al fuego, se retira y se sirve acompañado de una botella de tinto de Haro, por ejemplo de Martínez Lacuesta.  

Ingredientes para cuatro personas (según Lorena Vialás Rufo)
• 400 g de arroz arbóreo
• 1/2 kg de setas o boletus congelados
• 1 l de caldo de pollo
• 200 g de queso parmesano o curado rallado
• 1/2 cebolla
• 1 ajo
• 1/2 vasito de vino blanco
• 1/2 vasito de nata para cocinar
• Aceite de oliva
• Sal
• Pimienta

lunes, 20 de diciembre de 2010

Silenciosas mayorías.

Que las informaciones aparecidas en El País y otros cuatro periódicos mundiales sobre las filtraciones que WikiLiaks ha obtenido de la diplomacia imperial no hayan levantado ampollas tiene muchas lecturas, pero no me cabe duda de que una de ellas es la de que la C.I.A. tiene que sentirse orgullosa de los resultados obtenidos. Es verdad que toda la diplomacia americana es una chapuza, que a estas alturas ya no es capaz de hacer una lectura lúcida de la realidad de ninguna de las regiones del mundo, pero nadie les puede negar que los países que no son neutralizables con una cómoda invasión están siendo neutralizados con el adormecimiento generalizado en que se encuentra nuestra arrogante cultura occidental. Situación que viene deliberadamente impuesta por quien ostenta el poder en el mundo. Refiriéndonos sólo a los titulares que tal día como hoy aparecen en la prensa, podemos decir que, ni de lejos, puede compararse la gravedad de hechos como el que denuncia el famoso entrenador del Madrid, cuando “pide a los dirigentes que combatan los fallos de los árbitros”, con noticias tan intrascendentes como que “el material nuclear circula sin control en el corazón de África”, o que “poco separa a Al Qaeda del material (radioactivo) del Yemen”. Es decir rollos de la política que no interesan a nadie. En otras épocas históricas, por ejemplo antes de 1980, la aparición de las filtraciones famosas hubieran sido un cataclismo para la potencia imperial y sus sufridos aliados. Hoy día, apenas si levantan cierta polémica por la lucha mediática entre periódicos: El Mundo diciendo que las filtraciones son una tontería y El País defendiéndolas, que para eso es el que las publica, (con la evidente intención de aumentar sus ventas, por supuesto). Llegados a este punto uno tiene que reconocer que, si bien no comulga con muchas de las líneas de pensamiento que viene defendiendo el periódico, hay un mínimo de honestidad periodística que distancia a El País del resto de la prensa escrita (1).
*
Dado que “las mayorías silenciosas” han hecho honor a su nombre y caído en el deshonor de incumplir su obligación moral, los extremistas de derechas campan a sus anchas por la prensa norteamericana pidiendo “la ejecución” del máximo promotor de las filtraciones. Pero esta minoría de descabezados no sólo se han hecho con los medios, si no que, pasando a la acción, están consiguiendo que se procese al Mensajero con la maniobra de unos supuestos delitos sexuales en un tercer país sin que pase nada, (o casi nada). ¿Cómo es posible que un máximo representante del sistema político de la mayor potencia del mundo, (por otro lado adalid de los derechos humanos hasta el extremo de invadir países para defender esos derechos), sea capaz de salir por la televisión diciendo que hay que ejecutar al responsable de la página web que publicó las filtraciones? ¿Cómo es posible que las silenciosas mayorías se queden de brazos cruzados ante unos hechos que les parecen muy complicados de analizar? Son complicados porque sacan a la luz las verdades del barquero.
*
¡Claro que sabíamos lo que hacía la diplomacia americana!, pero es que ahora se ha demostrado con documentos internos y eso no es cualquier cosa.


(1) Por ejemplo, el periódico siempre ha defendido al gobierno socialista, pero cuando aparecieron cosas como lo de los GAL fueron los únicos que denunciaron sistemáticamente la guerra sucia, mientras el resto de la prensa conservadora callaba a la espera de que pudieran acabar a tiros con los terroristas de ETA. Aunque lo que ha quedado para la posteridad ha sido la algarabía que todos conocemos contra el GAL cuando comprendieron que eso podía ayudar a derribar a González, ahí están las hemerotecas para demostrar lo que digo: que casi sin excepción sólo El País levantó su voz contra el gobierno por el caso GAL cuando aquellos chapuceros terroristas de estado estaban aún activos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Autorretrato

Ayer en el periódico hablaban de una mujer que había luchado contra su adicción a la heroína ayudándose con una cámara de fotos, haciéndose autorretratos en distintos momentos de su vida. Una forma de conocerse mejor, decía. Me pareció bien, de hecho, hace ya un tiempo que vengo pensando hacer lo mismo. No es por narcisismo, no es porque a uno le encante su efigie y esté deseando verla en las fotos, es por lo que dice Cristina Núñez, que es como se llama la autorretratista: “Sólo mi trabajo y mis autorretratos me hacían sentir bien”.
*
Decidido a iniciar mi carrera de fotógrafo autorretratista voy a empezar por uno de los elementos más definitorios de mi imagen: mi mochila. La gente me ve por la calle como el tipo que va siempre con su mochila al hombro. Ayer mismo me preguntaba un amigo con el que me crucé qué era lo que llevaba en la mochila, si llevaba un ordenador portátil. Una compañera suya bromeaba un día a mi costa porque pensaba que era uno de esos fanáticos de la informática que llevan su portátil a todas partes. Nada más lejos de la realidad. Nunca llevo mi portátil salvo que lo necesite para algo. Pero eso sí, cuando lo necesito, mi ordenador es la cosa más valiosa del mundo, por ejemplo para contar estas cosas tan importantes que cuento en mi blog. Todas las mujeres llevan un bolso y ahí llevan un montón de cosas que piensan que van a necesitar, como por ejemplo, esas armas de mujer que son las pinturas para el maquillaje. A mí me gusta llevar siempre determinadas cosas que son importantes. ¿Un ejemplo? Pues el manual del móvil. El manual del móvil jamás lo he leído. Si tuviera que leerme todos los manuales de todos los aparatitos que manejo en casa, en el trabajo, en el coche, etc., no podría salir los fines de semana a cenar con los amigos, ni podría ir los domingos por la mañana a coger setas. Así que llevo siempre el manual del móvil conmigo por si me pasa como a un amigo al que le empezó a sonar el suyo en el entierro del padre de una amiga común y no sabía cómo apagarlo.
*
Analizar lo que lleva uno en el bolso es muy peligroso porque eso sí que es desnudarse. Qué diría un sicoanalista de las cosas que llevo en mi bolso. Cosas del tipo de: lleva un lapicero para superar su complejo de castración.
Bueno, el caso es que por fin voy a desvelar el secreto más esperado, voy a contar con todo detalle lo que llevo en el bolso, a saber:

- el manual del móvil. (Un dos tres responda otra vez).
- Un lápiz y un bolígrafo.
- Una gorra de invierno por si hace frío o se pone a llover y no llevo paraguas, que a uno le quedan ya pocos pelos.
- Un cargador para el móvil, que nunca me acuerdo de ponerlo en carga en casa y en el trabajo se me acaba la batería a menudo.
- Tarjetas de visita de algún compañero, de clientes y otras propias.
- Muchos cablecitos: el cargador del iPod, los auriculares del móvil, etc.
- Un botecito con chicles.
- Un paquete de pañuelos de papel. Sirven para todo: para limpiar las gafas, la nariz, las manos manchadas del toner si no tienes lavabo a mano, o limpiarte la chaqueta cuando te gotea la tapa que te han puesto en un bar con la caña.
- Muchos papelitos. Normalmente de cosas que no debería olvidar, (aunque al final las olvido), como por ejemplo el recibo de “la contribución” para ir al banco a pagarlo, o una factura que me han dado y me produce cierta desazón tirarla a la papelera.
- Un adaptador para ponerme protectores solares sobre las gafas que siempre llevo. Gafotas.
- Una calculadora. Ahora el sicoanalista dice: es un tipo muy calculador. No señor, lo que soy es arquitecto técnico.
- Una tarjeta del taller para acordarme de que tengo que pedir cita para cambiar el aceite. Inútil, no me acuerdo nunca. Voy a quemar los pistones.
- Dos “pendrives”. Suelo llevar varios por las diferentes actividades a las que me dedico. Tengo uno profesional, otro académico y más.
- Un libro. Siempre llevo un libro por si alguien me hace perder el tiempo. Por ejemplo en la consulta del dentista.
- El iPod. Es para escuchar música, desde luego, pero también para practicar idiomas mientras ando por la calle. En mi ciudad siempre voy andando y eso me ocupa bastantes minutos al día.
Eso es lo que, tal día como hoy, llevo en la mochila, porque otros días puedo llevar otras cosas, como por ejemplo el periódico cuando vuelvo del trabajo, o una bufanda, si ha hecho mucho frío por la mañana y luego me sobra.



martes, 14 de diciembre de 2010

sábado, 11 de diciembre de 2010

lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Últimos boletus de la temporada?



Revelamos nuestro secreto: aquí los hemos encontrado:



jueves, 2 de diciembre de 2010

Publicidad.

No es costumbre poner publicidad en el blog pero por una vez haremos una excepción con esta que nos manda Mari Carmen.

Me gustaría que todos os animarais a este proyecto.
Acaban de anunciar que, a partir de mañana, venderán en todas las farmacias de España unas pastillas muy especiales. Tan especiales, que en vez de curar a quien las toma, cura a millones de personas ajenas, olvidadas, que no pueden tomar las medicinas que necesitan.

Se llaman " pastillas contra el dolor ajeno ".

Os sonará a chino, pero es muy fácil: Médicos Sin Fronteras va a vender estas pastillas, a un precio de 1€, para que, con la recaudación, se pueda tratar a millones de personas que sufren enfermedades olvidadas, como la enfermedad del sueño, el chagas, el sida infantil, el kala azar, la Tuberculosis, o la malaria. Son enfermedades que a nosotros no nos afectan, pero que en el tercer mundo causan estragos, porque las empresas farmacéuticas venden la medicación a "precio occidental", lo que imposibilita recibir tratamiento a las personas pobres.

Así que, por 1€, os venderán seis pastillas (en realidad son caramelos de mentol) con las que ayudaréis a tratar a quienes no pueden pagarse las medicinas.

Es un precio muy bajo a pagar, y nos lo ponen muy fácil: no nos piden que vayamos a África en una caravana solidaria, ni una mensualidad. Solo 1€. Menos que algunas chucherías. Menos que el autobús. Y podemos comprarlas en cualquier farmacia.


Animaos, por favor. Y, además de colaborar vosotros, animáis a vuestras familias y amigos.

Es solo 1€.

The sound of suffering.

“Toda la humanidad, o la forma en que es percibida, es como un adversario, pero por mucho que lo intento no puedo evitar escuchar los sonidos del sufrimiento. Tal vez cuando sea un hombre viejo disfrutaré entreteniéndome en un laboratorio, charlando con los estudiantes en las agradables noches de verano y aceptaré el sufrimiento con indolencia. Pero no ahora, los hombres en su juventud, si tienen convicciones, tienen la tarea de actuar para lograr realizarlas”. Julian Assange, fundador de WikiLeaks. (Recomendamos leer este reportaje de CNN).

WikiLeaks significa muchas cosas, pero quiero señalar una que me interesa personalmente. Hemos defendido en varias ocasiones en este blog que vivimos bajo la dictadura de los profesionales. La red nos ha permitido contar lo que queremos y contamos más cosas de lo que nos cuentan los profesionales de, por ejemplo, el periodismo. Esta división del trabajo está en el origen de la sociedad burguesa y tiene, como casi todo, dos caras. Por un lado supone una mejora de la eficacia el hecho de que la gente se especialice para hacer bien un trabajo, pero por otro lado, es más fácil manipular a toda la colectividad si sólo tenemos que manipular a unos pocos periodistas. La insistencia de los profesionales en que nos callemos es significativa, sobre todo defienden un negocio que ven como propio y que no quieren perder.

El País, (que por otro lado es un gran periódico que está entre los que suelo leer), ha venido defendiendo la tesis contraria. Su empresa editora siempre ha querido hacerse rica con lo que ellos han llamado “el mercado digital”. Pues bien, al final la realidad, de la mano de WikiLeaks, nos ha dado la razón y El País ha sido uno de los cinco periódicos del mundo que han tenido el honor de contarnos las reveladoras filtraciones que WikiLeaks les ha proporcionado. Finalmente ha sido un hombre, un hombre en la red, (en realidad muchos hombres y mujeres), quienes han sacado a la luz los secretos mejor guardados, los que no nos contaron los periodistas profesionales.

Todos sabíamos que, por ejemplo, “la gran potencia mundial” no iba a dar satisfacción a los deseos de la familia del pobre Couso. Todos sabíamos que nuestro gobierno calmaría a la familia al tiempo que trataría de ayudar a que los “intereses americanos” no se vieran perjudicados. Pero, ahora, por primera vez, lo hemos visto documentado y con las declaraciones directas o indirectas de los implicados.

No es que "los aficionados" pretendamos ser profesionales, es que todo el mundo tienen derecho a decir lo que quiera, puede que incluso alguien ande por la red y nos lea. Animamos a nuestros lectores a que digan lo que quieran. Que hagan comentarios en este blog o que creen un blog: no hay mas que ira blogger y darse de alta.


Ahora dicen que este señor es un criminal y han conseguido una orden de captura por unos supuestos delitos cometidos en Suecia. Como se trata de un tipo listo, espero que no caiga en las garras de estos buenos defensores de la democracia.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La crisis de los residuos.

Noticias ligadas:

20MINUTOS: "La Junta de Castilla-La Mancha y la Diputación de Toledo han comenzado las obras de construcción de un macro-vertedero que afecta gravemente a una de las más importantes nuevas poblaciones de águila imperial ibérica de España, que es lo mismo que decir del mundo".

LA VANGUARDIA: “Europa está consumiendo el doble de lo que pueden producir sus tierras y sus mares. Cada europeo utiliza de media 16 toneladas de materiales al año, que acabarán convirtiéndose en más de una tercera parte en residuos de todo tipo. Europa se comporta como un continente devorador de recursos naturales. El problema es que la pérdida de biodiversidad puede conducir a una degradación de los servicios que proporciona la naturaleza (el suelo, el agua, los hábitats) y socavar el propio bienestar humano”.




martes, 30 de noviembre de 2010

Mentiras como puños.

Dice un titular de El País: “Es un ataque a la comunidad internacional”. Pensé que se refería a la política diplomática de los EE.UU., pero no, son unas declaraciones de Hilary Clinton en las que afea la conducta de WikiLeaks.

Según la Sra. Hilaria, decir verdades es un ataque a la comunidad internacional, pero decir mentiras como que en Irak había armas de destrucción masiva y matar a cientos de miles de iraquíes por ese motivo es detentar el liderazgo mundial.



viernes, 26 de noviembre de 2010

jueves, 25 de noviembre de 2010

Machismo.

Hoy es el día contra la violencia machista. Qué podemos hacer para acabar con la violencia machista, nos preguntamos a veces. Las medidas que se toman, (policiales, judiciales, políticas, etc.), no terminan de conseguir que disminuya la incidencia de este mal en la sociedad.

Hay muchos aspectos que deberían tenerse en cuenta, pero hay uno que me parece fundamental y que se desprecia a menudo, me refiero a la guerra cultural contra el machismo. Conozco hombres con una buena educación, que me consta que tratan correctamente a sus esposas, que son muy considerados con las demás, pero que disfrutan contando chistes machistas. El chiste machista es una forma de enculturación que trasmite los valores ancestrales de una sociedad. No es una cosa inocente que sirve para reírnos un rato y ya está. Las narraciones populares, como el chiste, vienen siendo desde siempre una correa de transmisión de los valores imperantes en una sociedad y el problema del machismo es que necesitamos que la sociedad cambie, no podemos permitir que los valores tradicionales sigan siendo los que fueron cuando yo era niño. Lo que conocimos los que tenemos cierta edad no puede darse por bueno. En cuanto que la sociedad avanza un poco se produce una reacción, (de ahí la palabra reaccionario), en los grupos más conservadores que tratan de hacernos ver que los avances conseguidos son un salto al vacío, un absurdo que va contra las normas porque, para ellos, las normas son eternas, inmutables. Incluso es frecuente que dentro de esos grupos reaccionarios estén muchas mujeres que piensan que su papel en la sociedad es el que ha sido anteriormente y no puede haber otro. Las quejas contra lo políticamente correcto esconden, (con su denuncia tácita de la hipocresía de quienes lo procuran), el cinismo de los que en realidad defienden con esa denuncia el “viejo régimen”, los valores viejos.

Por otra parte, entre los varones se producen frecuentes quejas sobre aspectos de la convivencia entre los sexos que consideran que les perjudica injustamente, por ejemplo sobre las consecuencias que los divorcios tienen para ellos, y plantean sus quejas como una forma de poner en cuestión todo el cambio social habido respecto de la mujer. No se puede contestar a estas quejas negándoles a los varones el derecho de defensa, pero esa defensa ha de ser dialéctica, es decir basada en un diálogo entre las partes, (que puede ser jurídico, no me refiero a una amable conversación), porque cuando hablamos de diálogo estamos reconociendo implícitamente la existencia de dos iguales. Negar el diálogo es un acto sexista, ya lo sea desde uno u otro lado de la contienda. El conflicto es connatural a las personas, el problema está en la forma en que afrontamos ese conflicto.

Por último no quiero terminar sin denunciar la carga de cobardía que conlleva la violencia de los hombres hacia las mujeres.

martes, 23 de noviembre de 2010

La verde Eire.

Uno siempre ha pensado que la única forma de crear riqueza es produciendo algo. Construyendo, fabricando, sembrando y recogiendo. Es el milagro de poner una semilla en el campo y que salga una tomatera que dé un montón de tomates. Los servicios, pensaba yo en mi ignorancia, no pueden crear riqueza, o mejor dicho, no puede ser generadores de desarrollo. ¿Quién va a ir a alojarse a un Hotel si no ha hecho dinero antes construyendo, fabricando o sembrando algo? La economía moderna se vuelve muy compleja y perdemos de vista la perspectiva. Durante estas últimas décadas he visto como la realidad económica me llevaba la contraria. Aparentemente. A poco que conozca uno Alemania, se da cuenta de que la diferencia entre ese país y el nuestro es importante. En Alemania tienen una forma de ver la economía muy tosca: piensan, como yo, que sólo se genera riqueza con el trabajo productivo.

Esa forma de pensar quedó anticuada cuando los especuladores más groseros pasaron a llamarse brokers e incluso economistas, cuando a los manejos chapuceros se les empezó a conocer como “ingeniería financiera”. El término ingeniería era una forma indirecta de convencernos de que aquello era una actividad “productiva”. Pero no era productivo, era sacar dinero de debajo de las piedras y, cuando eso sucede, se crea inflación, de modo que la lucha contra la inflación se convirtió en la nueva Biblia de los economistas de la especulación. La receta siempre era la misma, para no crear inflación debían bajarnos los sueldos, (de hecho, la receta es siempre bajarnos los sueldos), reducir el déficit público y seguir engordando a los especuladores que cada vez eran más ricos: ellos creaban la inflación y nosotros la combatíamos con todas nuestras fuerzas. Tanto dinero ganaban que al final el Producto Interior Bruto del país aumentaba y así terminábamos creciendo todos, aunque solo fuera un poquito. Pero una economía boyante no se puede desarrollar mucho con un mercado limitado, es decir, debíamos gastar dinero todos. Como quiera que la mayoría seguíamos siendo pobres no era posible que nos sumergiéramos en un mar de consumo, como se requería. Se creó entonces el crédito fácil, para lo cual se creó una cultura de lo fácil. No puede haber un cambio en la sociedad, ya sea en lo económico como en cualquier otro campo, que no vaya acompañado, o mejor dicho, precedido de un cambio cultural. Los norteamericanos, que son los que han dirigido este movimiento económico, pues eran los que dirigía el mundo, son maestros en el arte de vender cultura popular. Tienen una ingente maquinaria de producir cultura que se pone en marcha siempre en la dirección que su élite necesita. (1).

El caso de Irlanda es paradigmático. Un país con una larga tradición de pobreza, (2), se convirtió en poco más de una década, en el país más rico de la Unión Europea, sólo sobrepasado en renta per cápita por Luxemburgo (3). Aquí se dieron todas las contradicciones del sistema. Perdón, esto es un término marxista, quiero decir que allí la fastidiaron bien. En los últimos años ha habido varios milagros económicos en Europa, a saber: Islandia, Finlandia, Irlanda y todos los países mediterráneos, con España a la cabeza de lo milagrero, (como siempre). El Estado, las empresas y los particulares están endeudados hasta las cejas pero, ahora, los mercados ya no nos quieren prestar dinero porque saben que a partir de ahora no nos queda más que pasar calamidades para pagar todo lo que debemos, (que les debemos a ellos, a los mismos que no nos quieren prestar dinero). Nos han engañado (4) y ahora nos dejan tirados en una cuneta.

Finalmente el sistema financiero americano, que fue importado poco a poco por Europa, (especialmente por la parte más débil del continente), ha sumido en la crisis a ambos. Sólo se ha salvado Alemania y poco más.

Abróchense los cinturones de seguridad, que vamos a despegar.

(1) En los años treinta el cine americano era no intervencionista, (cuando la guerra contra el fascismo se limitaba a España), pero en los años cuarenta se movilizó para cambiar el rumbo del país y convertirse en muy intervencionista. Eso dio lugar a grandes películas del género bélico con directores como John Ford y tantos otros. En los años ochenta, que es cuando se inicia el triunfo final de los especuladores sobre la humanidad se creó una cultura de lo fácil. Aparentemente era algo que venía de abajo, como cuando los punkis proclamaban que no querían hacer música de virtuosos, o cuando la modernidad fue rebatida en aras de una postmodernidad ligera que permitía a cada cual ocupar su espacio cultural sin ningún tipo de complejo.

(2) que viene de épocas ancestrales, debida a la explotación a que fue sometida la pequeña isla por parte de los británicos.

(3) Luxemburgo es un país tan pequeño que en él, los pobres residen fuera, en Francia o Alemania que son más baratos, y van allí sólo a trabajar, lo que falsea las estadísticas.

(4) Esto es el rapto de Europa.



P.D. Ya sé que la pantalla está en negro, pero así queda mejor, escucha la música. Además, a mí me salen unos anuncios de Cofidis y de cosas gratis que quedan muy propios aquí.


domingo, 21 de noviembre de 2010

Boletus Aereus

jueves, 18 de noviembre de 2010

¡Qué bruto es el producto interior!

¿Alguien se acuerda ya de cuando un grupo de frikis se concentraba en la ciudad cada poco para pedir que el 0.7% del P.I.B. (Producto Interior Bruto) se dedicara a la ayuda al Tercer Mundo? Salvo algún país escandinavo, nadie llegó a poner en riesgo su economía para ayudar a los países pobres (o a los países de los que nosotros nos hacemos ricos).

Hoy explica El País la última crisis bancaria, la de Irlanda, y nos cuenta que el Gobierno de la república celta se ha gastado el 170% del P.I.B. en ayudar a los bancos. Es decir más de toda la riqueza del país producida en un año, cerca del doble.

Después de esto, ahora Europa tiene que ayudarles a salir del hoyo, pero se produce una situación paradójica: toda Europa quiere ayudarles, incluso el Reino Unido, que no está en el euro, pero Irlanda no quiere que le ayuden.

¿No será una construcción mental manipulada todo lo que nos cuenta sobre economía? Es decir, una chorrada para engañarnos, para ser más claros.

 

martes, 16 de noviembre de 2010

Ŷabhet al Bolisariu

Hay un aspecto que a veces se olvida cuando hablamos del conflicto del Sahara Occidental, me refiero al demográfico. Según la Wikipedia, el Sahara tenía en 2004 unos 250.000 habitantes. La población de Marruecos es de más de 30 millones de habitantes, es decir, se trata de un país con una población y una superficie parecidos a los de España. Por eso el gobierno no quiere entrar en un conflicto con un país como Marruecos por causa de un territorio y una población tan poco significativos. Hasta ahí estamos de acuerdo y las peroratas del P.P., con el Sr. González Pons acudiendo a las manifestaciones como si de un metalúrgico o de un joven airado se tratara, no dejan de ser una demagogia barata, además de una constatación de que su política exterior pasa por considerar enemigos a todos los países árabes y no existe coordinación alguna entre la derecha y la izquierda sobre lo que queremos que sea España. Es decir un desastre. Más desastre aún es el de esta población apátrida. El desánimo de los jóvenes les está llevando a radicalizarse con Marruecos, lo han reconocido en el propio Frente Polisario. ¿Siendo un número tan limitado de personas no habría posibilidades de darles una oportunidad vital construyendo un acuerdo multilateral que les garantice un futuro?

Pero de lo que no se han dado cuenta los políticos socialistas es que a los españoles nos preocupan mucho esos 250.000 habitantes por muchas razones. En primer lugar, porque nos preocupa cualquier habitante, sea de donde sea, que esté sufriendo lo que está sufriendo el pueblo saharaui. En segundo lugar, porque la gente de cierta edad del Sahara Occidental, tiene un carnet de identidad que dice que son españoles y, los que creemos en la ciudadanía por acuerdo y no por cuestiones de raza, pensamos que son españoles mientras no se les de otra solución. En tercer lugar porque debido a todo esto, hace ya años que se realiza una campaña de vacaciones en España de niños saharauis que vienen a pasar el verano aquí con familias de acogida, cosa que ha acercado a la gente al problema de esta población marginada. Por último, los que coinciden con estas apreciaciones en poco o en nada pero están enfrente del PSOE han sabido darse cuenta de la gran contradicción que supone apoyar a los saharauis en casa y a Marruecos en las cancillerías y lo están aprovechando como las aves de rapiña que son, como esas gaviotas oportunistas que viven de cualquier basura y que ese partido ha elegido como logotipo.

Con todo esto el PSOE está perdiendo la ventaja que había conseguido con el cambio de gobierno. Personalmente a mí lo que de verdad me preocupa es el futuro de esas 250.000 personas.

Qué tenga cuidado el gobierno de que no les pase nada peor o se verá sometido a un descrédito inmenso.

 

domingo, 14 de noviembre de 2010

Macrolepiota Procera.

La pieza de la izquierda es una Macrolepiota Konradii.
hay unas Lepiotas que son muy tóxicas, pero si sólo coges las que miden más de 10 cm de diámetro del sombrero no hay peligro ninguno. Sólo se deben coger las Macrolepiotas de más de ese tamaño.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Carlos Edmundo de Ory

"Si me fumo, me fumo hasta el humo
Si me hundo me Carlos Edmundo."

viernes, 5 de noviembre de 2010

FOTOS: Las torres.


Lo que me gusta de esta foto, (que saqué en septiembre en Madrid), es la naturaleza imponiéndose a la arquitectura descomunal a través de los árboles, el cielo, las nubes, incluso la luna que se ve allá al fondo, y el resplandor de la tarde que se refleja en un descampado próximo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Más sobre el empleo y la crisis.

En la última entrada publicada no sé si ha quedado claro alguna cosa que quiero matizar.
Cuando hablo del optimismo que ha creado esta crisis no me refiero al de los jóvenes, me refiero al de los bancos, los especuladores, los dueños del mundo y los políticos que nos han estado vendiendo lo que todos sabemos.
Parece que los jóvenes empiezan a enterarse de lo que les viene encima. Si no véase el artículo de nuestro amigo Enrique Falcó del domingo pasado y la reacción que han tenido los jóvenes franceses a las leyes antijubilación.


lunes, 1 de noviembre de 2010

Crisis y empleo.


La crísis, la crisis. No hay otra cosa que crisis económica. Escribe en El País, en el suplemento Negocios, Nouriel Roubini. Este economista de origen judío iraní, nacido en Turquía y que trabaja en Wall Street, es un pesimista profesional, hasta el extremo, (¡admirénse!), de que fue el único en el mundo que auguró la crisis que padecemos. El titular de El País para la entrevista con Roubini es claro, dice que “viene otra crisis: la cuestión es solo cuándo”. No es extraño que hiciera falta un pesimista tan grande para prevenirnos de lo que vino porque en la base de esta crisis hay un problema de optimismo, de lo que en este blog llamamos optimismo irresponsable. Por eso ningún economista vislumbró la posibilidad de que llegáramos a donde hemos llegado, porque estábamos sujetos a un entorno mundial de optimismo que cegaba a todo el mundo, incluso a esos premios Nobel de economía que saben tantas matemáticas. Roubini dice que él, en lugar de fiarse de las matemáticas, lo que hace es viajar mucho. No me parece mal sistema. 
*
En el dominical del mismo periódico escribe Javier Marías sobre economía. Se pregunta, en primer lugar, si vamos a salir de la crisis reduciendo personal como están haciendo las empresas. Dicen los expertos que una de las dificultades que tiene España es su alto índice de paro. Eso supone dos cosas: la primera, que tengamos que destinar el doble de recursos para cubrir el desempleo que el resto de los países de nuestro entorno, la segunda, que la demanda interna no prospere porque disminuyen las posibilidades de consumir del conjunto de la población, lo que produce recesión. En consecuencia, el paro es malo para los que lo padecen, pero también es malo para el conjunto del país. A mi entender, la cosa no termina ahí. Me explicaré. 
*
Uno, que hace como Roubini y viaja lo que puede, (que no es mucho), ha visto que en los países del entorno, como Francia y Alemania, hace tiempo que han disminuido drásticamente el uso de la mano de obra en determinadas tareas. Como ya comentamos en su día, en el metro de Berlín no hay un solo empleado a la vista. Solamente los conductores de los trenes, que todavía son humanos, representan a la empresa metropolitana. Lo demás lo solucionan con unas máquinas expendedoras de billetes, (que te hacen perder una gran cantidad de tiempo si eres turista y no te has sacado el abono del mes, como supongo que harán ellos), y unos inspectores que no se ven pero que son suficientes para que la gente no deje de pagar sus billetes: el miedo guarda la viña. Con esto quiero decir que en España todavía sobran empleos. Pronto instalarán unas máquinas de éstas y despedirán a un gran número de empleados. En Francia hay muchas gasolineras que funcionan con máquinas expendedoras que te cobran directamente de la tarjeta y por tanto sin ningún empleado. A la empresa le ingresas el importe vía cajero automático y ellos están en algún despacho de la Défense de París haciéndose ricos mientras tu te llenas el deposito en Burdeos y se lo pagas en la máquina automática. En España hay mucho que hacer aún para aumentar el paro y de que lo haremos no hay duda. Por esto es por lo que viene diciendo la derecha y los empresarios que en España hay poca productividad. Hay poca productividad porque se emplea mucha mano de obra en hacer lo mismo que en otros países de Europa se hace con menos personal. Así que lo que Javier Marías ha visto no es más que el principio de lo que viene. Por eso han insistido tanto en que había que abaratar el despido, porque hay mucha gente que despedir aún en España. En Alemania el paro es la mitad que aquí porque hay muchas ocupaciones en que trabajar, mientras que aquí sólo teníamos la especulación inmobiliaria y ahora tenemos poco. El futuro no va a ser que aumenten los empleados que atienden al público, como reivindica Javier Marías.


*
Uno se pregunta si todo esto quiere decir que España no tiene solución. En realidad sí la tiene, pero no va a ser cosa de meses sino de muchos años. Entre tanto hay una generación de optimistas irresponsables bien preparados que no saben dónde van a encontrar trabajo. Cuando algún joven bien preparado, con talento y ganas de trabajar me pide un consejo, le respondo siempre: estudia alemán.
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P.D. El último párrafo es una licencia narrativa. Ningún joven bien preparado con talento y ganas de trabajar me ha pedido jamás consejo.  

martes, 19 de octubre de 2010

El Millás.

En la anterior entrada no puse la dirección a la edición digital de El País en la que se puede leer el artículo de Juan José Millás al que me refería. Hay que leerlo porque todo lo que dice en él es cierto. En este blog no sólo mencionamos las fuentes sino que facilitamos su lectura, así que con esta entrada corregimos el error.

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Alguien entiende esto?



Refiere Juan José Millás una de esas imágenes célebres en que aparece el Presidente Rodríguez Zapatero reunido con un grupo de inversores. La conclusión a la que llega el articulista es que si en lugar de inversores fueran militares todos entenderíamos que nuestro país ha sufrido un golpe de estado y eso es lo que ha pasado, según nos dice el escritor, pues da igual que sean militares o banqueros, el caso es que hemos perdido la soberanía sobre los asuntos de la patria. Llevamos décadas negociando unas leves cesiones de soberanía a la autoridad europea sin que hayamos avanzado poco  más que en los asuntos relativos a la liberalización del comercio y de los capitales y ahora resulta que, de la noche a la mañana, toda una política económica y social que el presidente había enunciado a bombo y platillo durante meses y que muchos habíamos aplaudido como muy acertada se desmonta un día porque le han dicho que esto no puede seguir así.
Uno es tan bruto, que se mantiene en sus trece al sostener que no tenemos que seguir la política que nos marque el mundo financiero que son esos que nos guardan nuestro dinero, lo invierten donde les da la gana, incluso en operaciones muy rentables pero arriesgadas y nos cobran por ir a sacarlo o por hacer cualquier gestión con él y a los que, para colmo, hemos tenido que salvar poniendo los recursos de todos a su disposición.
Ante este estado de cosas, uno decide ir a la huelga y se encuentra al día siguiente con que no ha ido ni el Tato, es decir, ni los representantes sindicales que viven de esto. Me dicen que el problema está en que no entiendo cómo funciona la cosa, que hay que ser realista. Yo contesto que no, que lo que quieren es robarnos la cartera una vez más.
Cuando empiezo a pensar si me estaré volviendo loco, porque no puede ser que sea el único cuerdo en esta historia, aparecen los franceses y vienen a decir conmigo que la política económica, como todo en la vida, es negociable y que no van a dejarse amedrentar por los mercados que, además, en lugar de sacarnos de la crisis nos están metiendo en ella. Claro que allí tienen un Presidente de derechas y, además, menguante, como ya hemos dicho aquí, que ha perdido su crédito entre la clase media con el asunto de arrimarse a la extrema derecha a costa de los pobres gitanos rumanos y nosotros tenemos más miedo a que cambie el gobierno que a un nublado. Los jóvenes franceses han entendido muy bien que si se aumenta la edad de jubilación disminuyen sus posibilidades de encontrar trabajo.
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El presidente del gobierno me baja el sueldo más de un 5% y mi madre se preocupa más del futuro de éste que del de su hijo.
¿Alguien entiende esto?



viernes, 15 de octubre de 2010

Las edades del hombre.

Uno sabe la edad que tiene y no pretende ser más joven de lo que es. Para ser exactos nací en 1.955 y tengo en la actualidad 55 años, (cuántos cincos). Poco a poco vamos envejeciendo hasta el día, (espero que lejano), en que se nos acabe nuestro propio calendario, pero francamente no tengo problemas ni me supone un trauma alcanzar una edad cómo la que tengo. Pero hay cosas que, da verdad, fastidian un poco. Hay por ahí un anuncio que habla de las personas que están en el grupo de edad de 55 a 80 años. Y ya está, ya te han encuadrado en el grupo de los viejos. Es como si dejáramos de ser personas activas para convertirnos en jubilados indolentes que no tenemos nada que decir. Nada, salvo hacernos el seguro que propone el anuncio, porque esa edad parece como una frontera infranqueable, (de hecho nadie de entre los que los han cumplido ha vuelto, o se ha muerto o ha seguido cumpliendo). Pero no es lo mismo tener cincuenta y cinco que ochenta, digo yo. Lo mejor para saber dónde estás es compararte con la gente de tu edad, los que nacieron en aquel lejano año. Aquí está la lista de mis coetáneos:
Poderosos políticos, empresarios o jueces como Bill Gates, Nicolas Sarkozy, Josep Piqué, Baltasar Garzón.
Actores, como los extranjeros Bruce Willis, Kevin Costner, Whoopi Goldberg, Mr. Bean, Mickey Rourke, Jeff Daniels, Willem Dafoe; o los españoles Ana Obregón, El Gran Wyoming, Juanjo Puigcorbé, Jesús Bonilla, Verónica Forqué, Ángela Molina.
Directores de cine como Fernando Trueba.
Escritores como John Grisham.
Músicos pop como Eddie Van Halen, Ramoncín, Luis Auserón, Manolo García. Músicos clásicos como la mezzo-soprano Anne Sofie von Otter, el violonchelista Yo-Yo Ma o el director de orquesta Simon Rattle.
Presentadores de T.V. como Pedro Piqueras.
Deportistas, (estos sí jubilados como tales), como José Antonio Camacho, Michel Platini, Juan Antonio San Epifanio “Epi”.
Diseñadores como Donatella Versace.

Digo yo que tampoco estamos tan pasados todavía…
Bueno, Ana Obregón como bomba sexual sí.

jueves, 14 de octubre de 2010

Buenas noticias desde Chile.

Se suele decir que sólo son noticias las malas noticias. Pues esta vez no es así. Todos los periódicos del mundo han abierto sus ediciones con una muy buena noticia: el salvamento de los 33 mineros atrapados en la mina de Chile. Desde Aljazeera en Oriente Medio hasta el Süddeutsche Zeitung de Munich, desde la prensa inglesa a la española, todos los medios informan de esta gran noticia. Me alegro por los mineros y me alegro por Chile. Éste es un país que ha sufrido mucho y que se merecía lo que le está pasando ahora: lleva varios años en una recuperación económica que le está colocando entre los países más desarrollados del mundo. Lugar que le corresponde porque Chile fue, hasta la llegada del criminal dictador, la democracia más antigua de América Latina.
Dice la prensa que el salvamento va a costar entre 10 y 20 millones de euros. El editorial de El País afirma que con menos dinero se hubiera evitado el derrumbe. No estoy de acuerdo, hubiera costado más porque las medidas de seguridad que hay que tomar deberían de imponerse en todas las minas del país, lo que, a la larga, costará más de 20 millones de euros. Pero eso es lo más importante. Este rescate es espectacular y hay que felicitar a los responsables chilenos por su eficacia, pero la verdadera eficacia consiste en que no vuelvan a suceder derrumbes y accidentes como el que acaba de terminar. Cueste lo que cueste.

miércoles, 13 de octubre de 2010

FOTOS: Otoño en la dehesa.


Por fin llega el otoño a la dehesa. No el que señala el calendario, que no siempre coincide con la estación en lo meteorológico, sino el que hace que el secarral del campo se transmute en cierto frescor atemperado. Este fin de semana es posible que empiecen a salir las primeras setas si todo va bien. Ya veremos.

lunes, 11 de octubre de 2010

El Nobel de Vargas Llosa.

Dice mi hija que le extraña no haber leído ningún comentario mío en este blog sobre la concesión del Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa. En primer lugar es porque cada vez me falta más tiempo. Tengo que organizar mi tiempo, hay tantas cosas que hacer, incluso hacer el vago de cuando en cuando, que no podemos abarcar todo lo que quisiéramos. Pero además, me parece tan unánime la alegría de todo el mundo que me he dedicado a leer lo que han escrito la gente que sabe hacerlo bien, los académicos, los escritores, los periodistas. Como a estas alturas me resulta tan difícil no satisfacer los caprichos de mi hija, si quiere que lo comenté, lo haré, pero tan solo desde el lado más personal, sin aportar nada a la noticia, que no hace falta.
Entre las primeras novelas que recuerdo haber leído cuando era joven está “La ciudad y los perros” de Vargas Llosa. Recuerdo que me gustó mucho. Trataba sobre unos adolescentes que hacían el bachillerato en una institución militar y era bastante autobiográfica pues allí había estudiado el escritor, obligado por su padre. Aquí no tenemos nada parecido, (por fortuna), así que me sorprendió conocer los episodios tan increíbles que vivían y, sobre todo, les hacían vivir a estos pobres. Aún adolescente, con diecinueve años, yo también me fui a hacer la mili y me sentía como el pobre Vargas Llosa, pero era una satisfacción que al menos los desagradables sucesos que teníamos que soportar en aquel ejercito que aún era el de Franco, (se murió por entonces), y que no diferían mucho de los de la novela, cuando menos habían sido relatados por un gran escritor para que el mundo lo supiese. De aquella primera novela me quedó un agradecimiento eterno y una simpatía por el autor peruano que aún conservo como entonces.
Después recuerdo haber leído “Pantaleón y las Visitadoras”, “La tía Julia y el escribidor”, “La guerra del fin del mundo”, una novela cosmogónica, que se refiere a un episodio brasileño del siglo XIX pero en la cual parece que estamos asistiendo al nacimiento de las naciones americanas, además de ofrecer una visión desde muchos ángulos de toda la realidad de entonces, una auténtica novela en su sentido clásico. Después dejé de leerle sin ningún motivo, solamente porque cada vez leo menos ficción, pero aún así, tengo empezado “La fiesta del chivo” y prometo retomarla en cualquier momento.
Cuando se presentó a las elecciones peruanas pretendiendo dirigir el país desde la derecha liberal me sentí alejado de sus ideales políticos que ya venía expresando desde hacía tiempo en sus colaboraciones en El País. Me parecía un enviado de los EE. UU., uno de esos políticos manipulados por la Central de Inteligencia. Claro que peor fue lo que hizo García Márquez: hacerse amigo del dictador de Cuba. A pesar de todo, me gusta tanto su forma de escribir, que he seguido leyendo sus artículos en El País, los que llama “Piedra de toque”.
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Me alegré mucho de que le dieran el Nobel. Para mí, los escritores que he leído con agrado y me han ayudado a vivir son como si fueran amigos.

jueves, 7 de octubre de 2010

La obra.

La sierra se había cubierto de nubes espesas. Cuando empezaron el trabajo aún brillaba el sol, pero se fue oscureciendo y, al cabo de un par de horas, aquello no se parecía al paisaje con que empezaron la jornada. Donde antes se veían los rebaños de vacas rumiando en los pastos, ahora la oscuridad lo cubría todo. Donde antes el sol se levantaba por encima de las colladas, cabecera de las gargantas que bajan de la sierra con sus corrientes de agua fría saltando alegres hasta el río, ahora las nubes lo tapaban todo. Donde antes el ánimo de la gente se había despertado afanoso y dinámico, ahora se mostraba sombrío y molesto. Ante la perspectiva halagüeña con que habían inaugurado la jornada habían preparado un tajo amplio y generoso para un buen día de trabajo. Ahora ese tajo debía de ser realizado y no se podía detener a la mitad de su ejecución. Se lo dijo Julián, el encargado, a sus oficiales:
- “Una vez se ha empezado el hormigonado debemos acabar el tajo, no podemos hacer cortes”.
- “Pues estamos apañados. La mañana no está por la labor “.
- “Hay que acabar toda la hormigonera, porque si no se estropeará el material”.
El tiempo les había jugado una mala pasada. Nadie esperaba que fuera a cambiar de esa manera. Por eso nadie le culpaba de falta de organización. La lluvia se les había echado encima de manera traicionera, sin avisar. Así es en la sierra: amanece un día espléndido, aparece de pronto una nube, al cabo de un rato empieza a llover y al poco a diluviar. En efecto, a rachas, el viento se enfurecía y dificultaba incluso el manejo de las herramientas. Por otra parte la temperatura no debía de pasar de los diez grados, así que la sensación de frío era intensa. Extendían el hormigón con unos rodos, mientras que los oficiales iban enrasando la masa con una regla de madera sobre las maestras que habían colocado previamente: unos tablones de encofrar, nivelados y sujetos al suelo con unos tochos de recortes de ferralla. Después, otro peón, venía compactando el material con un vibrador de aguja, (el vibro le llamaban), que sumergía a cada poco.
“El Guille” ya había mandado a su hijo a por una botella de vino y estaba a punto de darle fin, pero le daba largas porque pararse suponía parar el trabajo de todos. Finalmente se incorporó, dejando la regla sobre la maestra y les dijo a sus compañeros:
- “¡Vale ya! En todos los oficios se fuma.”
Y sacó un cigarro de la cajetilla que encendió como pudo porque el viento se lo ponía difícil.
- “Así no acabaremos nunca. Y nosotros aquí poniéndonos como una sopa.”
Le contestó Luis que era el único que se atrevía a hacerlo, aparte de Julián, claro está. Pero “El Guille” se había detenido porque Julián había tenido que ir un momento al nivel para comprobar unos puntos que tenía más adelante, pues de no ser por eso, no habría tenido el valor suficiente para detener el trabajo.
- “Chico, acércate a la señora Benita y que te de una botella de blanco, que luego se la pago.”
A su hijo le ponía de los nervios ver a su padre gastar botellas de vino, una tras otra, y que lo hiciera así, delante de todos los compañeros y poniéndole a él en la desagradable tarea de servirle de proveedor. Su cara no ocultaba su mal humor.
Finalmente la dichosa hormigonera se acabó y se pudo lavar la canaleta por donde bajaba el hormigón, ya que de no hacerlo se endurecería y luego sería más difícil. Juan, el conductor de la hormigonera se afanaba en ello mientras el resto de la cuadrilla recogía los trastes para poderse poner a resguardo.
*
La verdad es que la gente estaba un poco desmoralizada. Sabían que tendrían que comer en el único bar que había en aquella aldea, un bar que no ofrecía nada decente que llevarse a la boca, tenían frío y estaban cansados. Julián conocía muy bien a su gente y sabía lo que pensaban. Conocía su desánimo perfectamente, de manera que se puso manos a la obra para solucionar en lo posible la situación. Cuando hubieron terminado de recoger y colocar la herramienta en el almacén provisional que venían utilizando, (una vieja nave a las afueras del pueblo), se dirigieron al bar. Entró Julián en la cocina y habló con la mujer, Herminia, que era quien estaba al cargo del negocio en ese momento pues el marido trabajaba en los montes cercanos. Al poco salió y, dirigiéndose a Javier, el peón más joven, le dijo:
- “Acércate a la señora Benita y que te den unos ajos, un kilo de arroz, dos kilos de patatas y una pieza de bacalao, la mejor que tengan.”
Con esos materiales y algún otro que había en la cocina como aceite o pimentón, se puso Julián manos a la obra para hacer una buena perola que saciara el hambre de la cuadrilla. No solo era el jefe a la hora de dirigir los trabajos, también era el que animaba el cotarro cuando la situación se venía abajo.¡ Y era un extraordinario cocinero!. Cuando se fueron sentando en las dos mesas que Herminia había juntado para dar cabida a los ochos integrantes de la cuadrilla, apareció Julián con la perola que, destapada, dejaba salir un oloroso vapor capaz de resucitar a un muerto.
Julián fue sirviendo uno a uno a todos los integrantes de la cuadrilla y, cuando hubo terminado, se sirvió, cortó un buen trozo de pan y se dispuso a probar el guiso.
- “Esta bueno.” Dijo Julián.
- “Buenísimo.” Contestaron algunos con la boca llena.
La situación anímica mejoraba por momentos cuando el encargado pidió dos botellas de Rioja a la señora Herminia, que las trajo a la mesa al poco. Ya se gastaban bromas. Empezando siempre por los más jóvenes a los que se les dedicaban las más inoportunas. Después se iba pasando de unos a otros hasta que toda la cuadrilla hubiera sufrido las bromas de los demás. A todo el mundo se le decía algo. Incluso a Julián.
- “Menos mal que se acabó el tajo, que si no nos tienes allí todo el día, con el temporal que había...”
- “De eso puedes estar seguro, “Guille”.”
- “Te conozco como si te hubiera parido.”
En efecto, no lo había parido pero lo conocía bien desde que hicieron juntos la mili en Melilla. Después habían coincidido en casi todas las obras. Julián seguía llamando al “Guille” aunque cada vez compraba más botellas de vino blanco. Esto molestaba mucho a Julián, pero no le fallaba. Cada vez que empezaba una obra volvía a llamarlo, aunque hubiera acabado la anterior harto de los excesos de su compañero.
Herminia trajo los cafés y una copa para cada uno. Unos tomaron pacharán, otros Chinchón seco. Empezaron a jugar a las cartas todos menos Julián, que se fue a dar una vuelta al tajo, ya que el chaparrón había amainado hasta convertirse en una suave lluvia.
*
Observaba con atención el aspecto superficial del hormigón, pendiente de si se había erosionado algún tramo con la tormenta, al objeto de corregirlo antes de que estuviera fraguado. Pero todo estaba bien. La fina lluvia en que había quedado aquel chaparrón no dañaba la superficie y era muy beneficiosa para el estado final que alcanzaría el material una vez endurecido.
*
Por eso, Julián observaba satisfecho el tajo que habían hecho aquel día.

viernes, 1 de octubre de 2010

FOTOS: Eléctrico

jueves, 30 de septiembre de 2010

Después de la huelga la economía.

He leído los comentarios de la prensa sobre la huelga de ayer y constato que cada vez estoy más atónito ante el pensamiento único que se está imponiendo. ¿Dónde están aquellas voces que clamaban por modificar el capitalismo para que estuviera al servicio de la gente?

Se habla de economía como si de una ciencia exacta se tratara. Si fuera así, ¿por qué nadie predijo la enorme crisis en la que se han sumido Europa y los Estados Unidos? Según se agudiza la crisis se imponen los criterios más tópicos de la derecha, ya no hace falta explicarlos. Por ejemplo, para promover el empleo hay que facilitar el despido, que equivale a decir que para comer hay que cerrar la boca. Si yo digo esto me dirán que estoy loco, pero si digo lo primero podré presumir de estar muy informado en asuntos económicos.

Todas las tesis económicas son muy discutibles, pero ya no se discuten. Por ejemplo hay que reducir el gasto público para poder financiar la deuda nacional que nos permita sostener un mínimo de prestaciones sociales toda vez que la actividad ha decaído. Se podría objetar que eso también se arregla subiendo los impuestos. Se nos contesta que no, que eso evita la creación de empleo porque las empresas y los ricos no invierten si aumenta la carga impositiva. Pero ese mismo argumento no le impidió al Gobierno bajar el sueldo a los funcionarios (que no son ricos pero son muchos) y paralizar las inversiones públicas que, como todos los economistas saben, son la forma de salir de una crisis. Pero es que además el gasto público se puede reducir de muchas maneras. El arquetípico caso de la crisis griega tiene una de sus razones en el enorme gasto militar que griegos y turcos mantienen en la callada guerra fría en la que se enfrentan por defender territorios que ambos reivindican. Aprendiendo de los errores ajenos, también se puede reducir el gasto público en España, por ejemplo sacando las tropas de Afganistán, del Líbano y otros conflictos y reduciendo el gasto militar en general. Pero eso no les gusta a los políticos porque les impide sacar pecho delante de todos a costa de nuestra “deuda pública”. También se puede tratar de mantener el gasto público reduciendo las cantidades astronómicas que se gastan en construir autopistas y AVEs pero mejorando las infraestructuras básicas necesarias. Pero claro, eso no es lo que le gusta a las empresas constructoras, ya que aquellas obras son las que dejan beneficios astronómicos.

La clave para entender estas polémicas es que no existe la economía, no solo porque no es una ciencia exacta como estamos viendo, sino porque lo que existen son economías. Usted tiene su economía, yo tengo la mía y mi vecino de al lado tiene la suya. Los empresarios y los trabajadores tienen dos economías diferentes y a menudo contrapuestas, cada una con su verdad propia. Esto siempre se había entendido y lo aceptaba incluso la derecha. Es la base del consenso democrático: como usted y yo tenemos intereses opuestos los negociaremos en un sistema democrático donde las mayorías mandan. Ahora estamos desmontando todas las teorías del pasado que nos parecen caducas porque eso es lo postmoderno, de tal manera que en cualquier momento podemos negar hasta la ley de la gravedad.

Se niegan leyes que nos ayudan a entender las cosas. Eso es lo que quieren algunos, vendernos una ciencia económica que ellos saben que trabaja en su beneficio y niega el nuestro. Pero lo grave es que nos la estamos creyendo. Mientras, una generación preparada de españoles está a la espera de que el mercado de trabajo se abra y aparezcan ofertas de empleo. De momento abaratamos el despido y les pedimos que cierren la boca, hasta para comer.


martes, 28 de septiembre de 2010

Yo también voy.

La verdad es que hasta el último momento no me he terminado de decidir pero yo mañana voy a la huelga.
Volví el lunes de las vacaciones y no he tenido tiempo para reflexionar. Porque hay muchas razones para ir pero también para no ir. Empecemos por estas. La primera es que bastante nos han quitado ya del sueldo a los funcionarios para que encima perdamos un día de jornal, con todo lo que te descuentan. Pero es que además, si estamos cansados de este gobierno que un día nos defiende y al día siguiente toma unas medidas como las que tomó para neutralizar las presiones de los mercados, también estamos cansados de unos sindicatos que nos ignoran y que han seguido la senda de los partidos de vivir bien a costa de los demás y olvidarse de los problemas de la gente, salvo contadas y honrosas excepciones. Unos sindicatos democráticos pero que recuerdan tanto a los sindicatos verticales del franquismo por su conexión con los Presupuestos Generales del Estado que lo que quieren con la huelga es demostrar una fuerza que, en realidad, no tienen. No menos importante es la razón de que todo el esfuerzo de la huelga puede no servir para nada, ya que nuestra suerte ya está echada, se ha resuelto en algún despacho de inversores en Londres o Nueva York.
Alguien me podrá decir que podía haberlo dicho antes y de paso hubiera llevado a algún lector de este blog a secundar la huelga. Uno tiene una lista de lectores muy reducida pero alguno podía haberme hecho caso. No importa, lo que importa en este caso, según mi modesta opinión, es que vayamos tomando conciencia de la que se nos viene encima y que estemos preparados para la defensa de nuestras posiciones, que no son otras que las que siempre han sido, es decir: defender la comodidad y la dignidad de los que nos ganamos la vida trabajando.
El que al final me haya decidido a secundar la huelga está motivado por un artículo que leí el lunes en El País. Se trata de un artículo de Almudena Grandes, con quien siempre he estado de acuerdo con su narrativa pero no siempre con sus posiciones políticas. Ella es militante de Izquierda Unida y yo no soy militante de nada. Sin embargo el artículo que leí el lunes es para ponerlo en un marco. En lugar de eso lo voy a poner aquí porque no tiene desperdicio, no le sobra ni le falta una sola palabra, hay que leerlo como si de una oración se tratase. Se titula Yo voy.
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Porque no quiero que mis hijos vivan peor de lo que he vivido yo. Porque no es justo que los trabajadores paguen la cuenta de una crisis que ha enriquecido a sus responsables. Porque este Gobierno no ha reinstaurado el impuesto sobre el patrimonio, no ha gravado a las grandes fortunas, no ha incrementado el tipo impositivo de las Sicav, donde los más ricos invierten el dinero que les sobra para contribuir a los gastos del Estado con un mísero 1%, y a cambio, ha castigado a los más débiles con una reforma laboral inadmisible. Porque no se puede admitir que un empresario despida a sus empleados con cuatro días de antelación, solo porque “prevé” perdidas para el próximo ejercicio, ahorrándose de paso más del 50% de la indemnización. Pero, además, porque la crisis está sirviendo para enmascarar un cambio de ciclo destinado a liquidar el Estado de bienestar. Porque si no hemos sido capaces de exportar nuestro progreso a los trabajadores de las grandes potencias emergentes, como China y la India, lo que nos espera es la importación de sus espantosas condiciones de trabajo. Porque Occidente ya ha recordado que esclavizando a la gente se gana mucho más dinero. Porque detrás de los recortes de derechos laborales, vendrán los de derechos civiles. Porque siempre habrá una agencia calificadora, o un premio Nobel, que proclame que los retrocesos son imprescindibles para avanzar.
Y, sobre todo, porque digan lo que digan Zapatero, Saldado o el sussunconda, los trabajadores somos el motor de la economía. Porque ni los bancos, ni las multinacionales, ni las grandes cadenas pueden subsistir sin nosotros. Porque si nosotros paramos, se para todo. Porque hemos heredado, junto con nuestros apellidos, la experiencia de que no existe otra manera de proteger nuestros derechos. Por todo eso, yo voy a la huelga general del 29 de septiembre“. (Almudena Grandes).