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viernes, 28 de noviembre de 2014

Estadísticas.

Las encuestas hay que verlas en su contexto y no contentarse con lo primero que nos dicen. Hay que preguntarle a las encuestas. Un ejemplo: recientemente se ha publicado, (y es totalmente cierto), que el sueldo medio en España de los trabajadores a jornada completa es de unos 25.000 € anuales, cerca de otros países europeos como Francia, Italia o Iglaterra, aunque alrededor de un 25% más bajos. Un 25% no es una diferencia muy grande, pero analicemos un poco lo que aquí se dice, sigamos viendo estadísticas.
La población de España era de unos 46.5 millones de habitantes a finales del año pasado. Según la encuesta de población activa, la población mayor de 16 años y por tanto, susceptible de trabajar es de 38.5 millones de personas. Pero todos ellos no pueden trabajar, como sabemos:

5.427.000 personas están en el paro y los sacrificios que hemos hecho todos no han servido para que esa cifra haya disminuido de manera considerable.
3.852.000 personas ganan menos de 638 € al mes. Es decir no están incluidas entre los que tienen un sueldo que podíamos llamar “europeo”.
2.500.000 personas trabajan a tiempo parcial, es decir, su salario es más bajo de lo normal en la proporción de las horas que trabajen.
2.320.000 son estudiantes. Seguramente muchos más de los que necesitamos si tenemos que gastar muchos recursos en prepararles para que luego se vayan a trabajar a países más ricos. En España siempre hemos tenido una población universitaria muy elevada para no incrementar las listas del paro.
7.630.000 personas son jubilados. Sus ingresos no cuentan como sueldo y, por lo general, son inferiores a los de la población activa.
3.981.000 personas trabajan en sus labores, con lo cual no aparecen en las cifras del paro porque o no quieren trabajar o ni lo intentan porque no tienen esperanzas de conseguir empleo.
1.286.000 personas tienen incapacidad laboral permanente. Reciben una prestación pero, siempre inferior la que reciben los que trabajan.
579.000 personas esperan su primer trabajo. No son parados porque no han trabajado nunca ya quisieran ser al menos parados. No reciben ningún ingreso.
379.000 son otro tipo de inactivos sin clasificar.

Pues bien, la suma de todas estas personas que no trabajan, o que trabajando no perciben una retribución como la de un sueldo son 27.956.000 personas. Es decir, los que trabajan y cobran un sueldo son 10.567.000. En conclusión, en España hay diez millones y medio de personas, (poco más de la cuarta parte de la población activa), que tienen un trabajo y reciben un sueldo que, de media, es un 25% inferior del que reciben los europeos occidentales.

Pero la cosa no acaba ahí, porque sabemos, (por otras estadísticas), que las desigualdades en España son mayores que en el resto de los países europeos. Los 15 mejores sueldos del Ibex van de los 4.22 millones de euros de Rafael Villaseca (Gas Natural) hasta los 17.98 millones de Pablo Isla (Inditex), casi 3.000 millones de las antiguas pesetas. Pero no hay que preocuparse: el Ministro de Economía ha pedido a los altos directivos moderación salarial. Pues ya está. Esto, a nivel estadístico supone, por poner un ejemplo que se vea claro, que hay 17.980 trabajadores que en lugar de ganar los 2.000 € al mes que prometen las estadísticas, tendrán que convertirse en mileuristas para que el Sr. Isla se lleve su sueldo a casa. Claro que otros 12.510 tendrán que hacer lo mismo para que D. Alfredo Sáenz del Banco de Santander se lleve el suyo, etc. Sólo para esos 15 águilas de la economía se necesita que 116.600 trabajadores sean mileuristas para que ellos se lleven lo que se llevan. 

¿Cree alguien todavía que los españoles ganamos de media un 75% de lo que ganan los franceses, ingleses o alemanes? 

lunes, 24 de noviembre de 2014

FT: la izquierda radical tiene razón.


Financial Times: 
Wolfgang Münchau

Supongamos que usted comparte la opinión, que es un consenso generalizado, sobre lo que la eurozona debe hacer ahora mismo. Es decir, que usted propone más inversiones del sector público y la reestructuración de la deuda.
Ahora hágase la siguiente pregunta: ¿si usted fuera un ciudadano de un país de la eurozona, ¿que partido político apoyaría usted para que eso suceda? Es posible que se sorprenda al ver que no hay mucho donde elegir. En Alemania, el único que se acerca a un programa semejante es Die Linke, los antiguos comunistas. En Grecia, sería Syriza; y en España, sería Podemos, que salió de la nada y ahora es líder en las encuestas de opinión.
Es posible que usted no se considere un defensor de la izquierda radical. Pero si usted vive en la zona euro y apoya esas políticas, esa sería su única opción.
¿Qué pasa con los partidos de centro-izquierda de Europa, los socialdemócratas y los socialistas? ¿Es que no son compatibles con esta agenda? Pueden estar de acuerdo cuando están en la oposición. Pero una vez en el gobierno, sienten la necesidad de ser respetables, momento en el que descubren su propensión por la oferta. Recuerde que, François Hollande, presidente de Francia, explicó el cambio en la política de su gobierno diciendo que la oferta crea la demanda.
De los partidos radicales que han surgido recientemente, el que hay que seguir atentamente es a Podemos. Es todavía joven, con una agenda en elaboración. Por lo que he leído hasta ahora, puede ser el que tiene un enfoque más coherente para la gestión económica posterior a la crisis de toda la zona euro.
En una reciente entrevista, Nacho Alvarez, un alto miembro del equipo económico del partido, expuso su programa con una claridad refrescante. Este profesor de economía de 37 años de edad, dice que la carga de la deuda española, tanto pública como privada, es insostenible y debe ser reducida. Eso podría incluir la combinación de una renegociación de las tasas de interés, períodos de gracia, reprogramación de la deuda y una quita. También dijo que el objetivo de Podemos no era salir de la zona euro, pero que tampoco el partido insistiría en la pertenencia a toda costa. El objetivo es el bienestar económico del país.
Para un extranjero, pudiera parecer una posición equilibrada, no así en España. El sistema establecido teme que esta agenda convierta al país en una versión europea de Venezuela. Pero no hay nada discutible en la afirmación de que si la deuda es insostenible tenga que ser reestructurada. O que si el euro soporta décadas de sufrimiento, sería perfectamente legítimo cuestionar las instituciones y políticas de la zona euro.
Los partidos de centro-izquierda y centro-derecha están permitiendo a Europa una deriva que es el equivalente económico de un invierno nuclear
La posición de Podemos no hace más que reconocer una verdad evidente en la zona euro a finales de 2014. Es una inconsistencia lógica para la unión monetaria entrar en un estancamiento secular y no reestructurar su deuda. Puesto que no se hace nada para evitar el primer supuesto, existe una probabilidad cercana al 100 por ciento de que se dé el segundo.
Sin embargo, por el momento, los gobiernos europeos siguen jugando el juego de "tirar la piedra y esconder la mano". Cuando una estrategia miope conduce a lo que puede verse ya en Grecia: después de seis años de depresión económica, el gobierno se encuentra en una crisis política aguda. Syriza es líder en las encuestas, y tiene una buena oportunidad de asumir el poder en las próximas elecciones generales, posiblemente en 2015.
Aunque España todavía no está en esa coyuntura, Podemos podrían privar a los partidos más grandes - el Partido Popular del primer ministro Mariano Rajoy y el Partido Socialista de la oposición - de la mayoría absoluta en las elecciones del próximo año. Se podría obligar a los dos a ir en una gran coalición al estilo alemán, que situaría al nuevo partido como la principal oposición.
La situación en Italia es diferente, pero no menos grave. Si el primer ministro Matteo Renzi no logra generar una recuperación económica en sus restantes tres años de gobierno, el opositor Movimiento Cinco Estrellas estaría en la pole position para formar el próximo gobierno. A diferencia de Podemos, este es un partido verdaderamente radical, un firme defensor de la salida del euro. También lo son el Frente Nacional en Francia y el alemán Alternative für Deutschland.
Lo que le queda por hacer a Podemos es ofrecer una visión coherente de la vida después de una reestructuración de la deuda. Sería una buena idea si el partido se organiza a nivel de la zona euro más allá de su alianza con Syriza en el Parlamento Europeo, ya que es donde se toman las decisiones de política pertinentes. Una resolución de la deuda de España, tan necesaria como es, sólo puede ser el inicio de un cambio de política más amplio.

La tragedia hoy día de la zona euro es el sentimiento de resignación con el que los partidos del sistema de centro-izquierda y centro-derecha están permitiendo la deriva de Europa en lo que es el equivalente económico de un invierno nuclear. Es una tragedia, que curiosamente los partidos de la extrema izquierda sean los únicos que apoyen las políticas sensatas, como la reestructuración de la deuda. El aumento de Podemos muestra que hay una gran demanda de una política alternativa. A menos que los partidos establecidos cambien su posición, dejarán una gran agujero que llenarán Podemos y Syriza.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Javier Cercas sobre PODEMOS

Me siento próximo a Javier Cercas por varias razones. Mis orígenes son en parte extremeños, pero soy un ciudadano del mundo; también me olvidé del cielo después de leer a Unamuno con quince años; y he disfrutado de la lectura de los libros de Javier Cercas empezando por la sorpresa inicial de Soldados de Salamina y terminando por Anatomía de un instante, aunque no siempre he coincidido con las conclusiones que extrae de sus análisis, lo cual es lógico. Ya sé que no hay mucha ciencia en la vía de la opinión, como decía Parménides, pero apuntaré alguna sobre su artículo del domingo día nueve en EL PAIS.
Dice que no le gustó la alusión de Pablo Iglesias sobre el cielo en la clausura de la asamblea de Podemos. Es verdad a mí tampoco, pero supongo que lo haría como un reconocimiento a Marx, cuyos análisis no debe olvidar nadie que se sienta de izquierdas. Porque hay que renegar del estalinismo y de las dictaduras aun del proletariado, pero no de los certeros análisis del filósofo alemán, (error que cometió Felipe González hace ya algunos años), porque te puede pasar lo que le ha pasado a la socialdemocracia europea: que te quedes sin saber dónde andas; o lo que es peor, sabiéndolo y no haciendo crítica de ello sino aprovechándote para engañar al personal.
Menciona después el escritor esa idea que anda por ahí que afirma que “los dirigentes de Podemos parecen haber corregido algunas de sus disparatadas ideas del principio”. No Sr. Cercas, Podemos nunca dijo, por ejemplo, que iba a dejar de pagar la deuda del Estado si llegaba al poder como han dicho algunos medios, lo que siempre ha dicho es que hay que hacer una auditoría de la deuda para dirimir qué deuda es lícita y cual no, como han hecho ya países como Islandia, Ecuador y otros, los cuales están saliendo de la crisis bastante mejor que nosotros. Lo puede leer en el libro “El gobierno de las palabras” escrito por Juan Carlos Monedero hace más de cinco años.
A pesar de que el Sr. Cercas dice muy certeramente que el primer problema político de este país desde hace años, no es otro que la colonización de la vida pública por los partidos políticos,  pasa luego a hacer la crítica de que Podemos no haya concretado aun lo que va a hacer para solucionar este y otros problemas. ¡Vaya!, Podemos en siete meses, cuando aún no se ha organizado, cuando todavía no tiene secretario general, se ve obligado a dar tantas explicaciones y, sin embargo, no se las pedimos a los que llevan treinta y cinco años dirigiendo la política nacional.  
Pero, además, no es así. Podemos ahora sólo está en el Parlamento Europeo, pero en este organismo, entre otras cosas, ya ha pedido, con otros grupos de izquierda, que se clarifiquen las conversaciones que la Unión Europea mantiene en secreto con Estados Unidos de cara a una mayor liberalización del comercio mundial (para las grandes empresas). Puede uno pensar: ¿y qué tienen de malo las grandes empresas? Pues en mi humilde opinión ese es el hecho más grave que se está produciendo en estos momentos en Europa; mírese sino las informaciones que estos días trae la prensa sobre la tributación de éstas. Los que no han hecho nada sobre todo esto son los conservadores, liberales y socialdemócratas. Ya verá cómo Podemos si lo hace.
Se suele decir que podemos es gente normal haciendo cosas extraordinarias. Se acusó al movimiento del 15M de que sólo había tomado la calle pero no había hecho nada para participar en política. Después, un grupo de expertos en ciencia política creó un partido con el éxito por todos conocidos, y ahora se le pide a ese partido que explique lo que va a hacer cada ministerio si gana las elecciones. Vamos a hacer las cosas bien y a su tiempo. Pablo Iglesias ha dicho que no tiene prisa en presentarse a las municipales, que hay que ir dando pasos firmes, que hay mucho trabajo por delante y que no se puede fracasar.

Ahora mismo se están debatiendo estas y otras cosas en el seno de la formación. En la pasada asamblea de Podemos se aprobó que si la gente está en desacuerdo con cualquier cargo orgánico, incluido el secretario general, llegando a contar con un veinticinco por ciento de militantes puede pedir una votación para revocar su nombramiento. Por ahí se empieza a cambiar. Le invitaría al Sr. Cercas, a que conozca mejor Podemos acudiendo a sus propias fuentes en lugar de hacer caso de lo que se dice por ahí.