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jueves, 30 de mayo de 2013

Desabastecimiento en Venezuela



Una cosa lleva a la otra.

Prometí tiempo atrás encargarme de hacer averiguaciones sobre el desabastecimiento de mercancías en Venezuela y, mira por dónde, me he encontrado con un personaje interesante en mi búsqueda de informaciones. Se trata de Juan Carlos Monedero, al que ya he leído por ahí en alguna ocasión. Juan Carlos Monedero es a los cuarenta años de edad profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid. No se puede decir que sea un desinformado. Se doctoró en la Universidad de Heidelberg, ha sido colaborador de Gaspar Llamazares y del régimen de Hugo Chávez, tanto de su persona como del Ministerio de Planificación de Venezuela. Conocerle me ha permitido llegar a su muy recomendable blog “Comuna de Ideas”, así como al blog de debates “Latuerka”. El sociólogo es un ideólogo del 15-M y también un defensor de la verdadera democracia española: la que encarnaron aquellos republicanos y exiliados que extendieron los principios democráticos por toda Europa luchando contra los nazis.

Monedero ha escrito el famoso artículo “Desabastecimiento en Venezuela: ¿de productos, ideas o decisiones?”, en el que intenta dar las claves de lo que está pasando allí después de las elecciones. Naturalmente defiende el régimen Bolivarista pero no escatima críticas a lo que está pasando y hacia lo que está haciendo mal el gobierno venezolano. Hugo Chávez era un “payaso” cuando se apropiaba de la televisión pública para contar lo que a él le parecía bien, pero ha cogido un país sumido en la miseria y con las mayores reservas mundiales de petróleo, y ha repartido la riqueza con los más pobres, creando un desarrollo económico enorme. Recomiendo leer el artículo de Monedero con detenimiento.

P.D. También recomendamos descargar y leer el pdf de su libro: “El gobierno de las palabras”.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Divinas palabras.


El 14 de octubre de 2011 nos atrevíamos a pronosticar aquí que el nuevo gobierno autonómico recortaría todo, pero que “Ni en cargos de confianza, ni en televisión, ni en campañas de autobombo (eso último lo empezaremos a ver pronto) va a haber recorte”.

Pido perdón por autocitarnos pero es que la cosa es tan evidente que causa asombro.

Personalmente, como el resto de los mortales, no veo la televisión regional, que era a la que nos referíamos en aquel entonces, pero ayer cuando salí de trabajar entré a tomarme una caña en un bar donde tenían puesta “la regional”. No podía oír lo que decían pero no me hacía falta, se veía a la legua en qué consistía aquello. Estos liberales extremos que llaman antisistema a todo el que no piense como ellos, han llegado a la conclusión de que el personal lo que necesita son programas sobre economía y empleo. Ya en la TV nacional quitaron la 2, aquella cadena con un giro cultural que programaba todo tipo de contenidos, (si bien últimamente un poco venida a menos por la crisis del sector), para convertirla en una cadena de economía y empleo. Es como decir: ya está bien de las tonterías del ZP que nos han llevado a la ruina, vamos a hablar de lo que de verdad importa, de levantar este país. Ese mismo planteamiento, como digo, lo han trasladado a la regional, pero se han encontrado con todo un problema: en esta región no se crea un empleo desde que Monago se dio de alta en la Seguridad Social como Presidente del Gobierno, (que ya no tenemos una Junta de Extremadura sino un Gobierno de ídem, para que no sea Presidente de la Junta sino del Gobierno). En conclusión, el programa sobre el empleo en una región sin empleos es auténticamente esperpéntico. El colmo del esperpento lo vi ayer en la pantalla, un auténtico homenaje a Valle-Inclán, a Delibes y a Mario Camús de un tirón. No habiendo ofertas de empleo tuvieron que poner lo único que tenían: “se busca matrimonio para trabajar de guardeses”. Para los que no conozcan el sur de España diré que guardeses son las personas que se ocupan de “guardar” un cortijo viviendo en él, manteniéndolo limpio y realizando cuantas tareas se precisen para su custodia. En efecto, guardeses son Paco el bajo y su mujer Régula, los personajes de Los Santos Incoentes, la novela de Delibes llevada al cine por Mario Camús. También recordamos a Segundo (Luis Ciges), el criado de confianza de Luis José (López Vázquez) en La escopeta nacional de Berlanga, que lo aupaba para que el marqués llegara a ver a Barbara Rey con poca ropa y poder así masturbarse subido al criado. En esta película los guardeses eran este tal Segundo y su madre.

¡Qué magníficas perspectivas de empleo se vislumbran en esta Extremadura que Monago ahora dirige con vigor y brillantez! Pero la cosa  no acaba ahí. No puede haber un programa sobre empleo sin hablar de los emprendedores, esos magos de la empresa que nos van a sacar de ésta. Y qué emprendedores pudieron ofrecernos ayer en el programa, pues los jóvenes que se dedican a la venta ambulante, que otra cosa no hay. ¿Estos son los emprendedores de nuestra Extremadura? No es que tenga yo nada contra los que se dedican a este comercio “de movilidad”, como lo calificaría la ministra que nos va sacar del hoyo con la ayuda, nada menos, que de la Virgen del Rocío, pero uno se esperaría algo más moderno, una mezcla habilidosa de marketing y tecnología, no sé, algo más “cool”. 


P.D. No os perdáis hoy el programa, anuncian: las claves para redactar un buen currículo. Es a las 14:45. Imprescindible.

viernes, 24 de mayo de 2013

Reflexiones de un incompetente



La verdadera riqueza es tener posibilidad de elegir. Las convenciones de los restaurantes con pretensiones, por ejemplo, remarcan mucho el momento de la elección porque saben que así dan al cliente sensación de poder: “¿Que va a tomar el señor de primero?”. “¿Quiere la señora la carta de vinos?”. Para no estropear la magia de esas sensaciones, cuando el camarero hace publicidad de los platos que a él le interesa vender lo hace como si fuera una simple sugerencia para no echar por tierra la sensación magnífica de la elección: “le recomiendo las cocochas de merluza, son extraordinarias”. Lo hace porque el jefe de cocina le ha dicho que las venda, que si no se consumen hoy mañana ya no van a estar en buenas condiciones, pero el veterano camarero lo hace como si le estuviera descubriendo un secreto que sólo él va a conocer: el secreto de las cocochas. En los buenos comercios también tienen mucho cuidado con esto. Te meten lo que a ellos les interesa pero siempre procurando que parezca que lo has elegido tú. De hecho, la libertad es libertad de elección. Por eso tenemos tan poca libertad en esta democracia simulada y diferida que tenemos. Sólo tenemos la libertad de votar, de votar a los que ellos ya nos tienen elegidos.

Cuando uno piensa en lo poco que ha podido elegir a lo largo de su vida se queda un tanto atónito de la poca perspicacia que ha tenido. Se ha dejado llevar por la marea de las cosas, unas veces para un lado, otras veces para el otro, y al final aquí estás sin saber qué demonios es lo que querías porque nadie te lo ha preguntado. Claro que, no hay que esperar a que te lo pregunten hay que tomar el toro por los cuernos y si te equivocas, pues otra vez será. 

¿Qué podemos hacer?
Escucha lo que dice hoy Umberto Eco en El País:
Es lo que Aristóteles llamaba maravillarse, sorprenderse… La filosofía siempre comienza con un gran ohhh!” ¿Y el conocimiento es acaso como el viaje a Ítaca de Kavafis, un recorrido que no debe terminar jamás? “Sí, pero además el placer de conocer no tiene nada de aristocrático, es un campesino que descubre un nuevo modo de hacer un injerto; evidentemente, hay campesinos a los que esos pequeños descubrimientos procuran placer y a otros no. Son dos especies distintas, pero naturalmente depende del ambiente; a mí me inoculó el gusto por los libros de pequeño… Y por eso al cabo de los años soy feliz, y a veces infeliz, pero vivo activamente mientras que muchos viven como vegetales”.

martes, 21 de mayo de 2013

Cominda basura



Dice el académico don Antonio Muñoz Molina que ha leído un informe que afirma que los inmigrantes llegan más sanos a EE. UU. de lo que lo están cuando llevan allí varios años viviendo y señala la contradicción que supone el que tengan que sufrir grandes sacrificios para establecerse en un país extraño con el objeto de mejorar su vida cuando en realidad lo que sucede es que empeoran su salud debido al “american way of live” y en especial a la alimentación basada en la “comida basura”.

Es una gran paradoja pero es más: es toda una imagen de lo que es en realidad el capitalismo salvaje monopolista. Piensan los liberales que el capitalismo es bueno para todo porque el mercado tiene la virtud salvífica de regular toda acción que suceda bajo el maravilloso imperio de sus leyes.  Un ejemplo de ello, te dirán, es lo que está sucediendo ahora mismo en Venezuela.  Vayamos por partes.

CAPITALISMO+MONOPOLIO = ADIOS POSIBILIDAD DE DECISIÓN.

Cualquiera que viaje a la capital imperial o a otra ciudad de los EE.UU. puede comprobar que en aquel país los monopolios son los amos y señores de la economía y el comercio. Es difícil encontrar una cafetería en cualquier ciudad de las que hemos visitado cuando hemos estado allí que no sea de la marca Starbucks (qué maravilla, pongo Starbucks y el diccionario de Word no me corrige como hace otras veces con palabras del castellano que son correctas pero que él no tiene). Esa es la libertad de mercado: la de los mercaderes, no la de los consumidores. Ellos han decidido por tí el café que puedes tomar: cualquier variedad de los que se sirven en sus locales. Puedes suponer que tu libertad de elección a la hora de comer consiste en elegir entre Burger King (el diccionario de Word me corrige porque he puesto una “u” después de la g, thank you dictionary), McDonald’s, (el pobre diccionario me vuelve a corregir porque no hay una “a” después de la “m” inicial, poniendo de manifiesto que Burger King y McDonald’s están entre sus términos correctos), Kentucky Fried Chicken o Pizza Hut. El abanico es así de amplio.

AZUCAR + GRASA = ÉXITO COMERCIAL Y UN GRAN MARGEN ECONÓMICO.

Cuando han querido poner en el mercado un producto alimenticio de gran éxito sin necesidad de un coste elevado, los grandes estrategas de las finanzas y el marketing han consultado a los científicos e ingenieros que trabajan para la empresa y estos han dado una repuesta sencilla: azúcar y grasas. En lugar de una elaboración esmerada (y cara), en lugar de utilizar productos de alta calidad (y caros), si utilizamos azúcar y grasa tendremos éxito. El organismo humano que ha vivido más periodos de escasez que de sobreabundancia está preparado para aceptar con delectación las sustancias que aportan muchas calorías a la alimentación. Esto es parte de la estrategia de conservación de la especie: hay que premiar los hábitos alimentarios que permitan la supervivencia de los individuos. No hace falta que esas grasas vengan del aceite de oliva o de la carne de cerdo ibérico criado en la montanera, cualquier tipo de grasa es admitida por el cuerpo con agrado. El pobre cuerpo no ha cambiado nada porque llevemos cincuenta años disponiendo de abundante comida, su forma de comportarse sigue siendo muy parecida a la de nuestros ancestros de hace millones de años. Así que estos grandes magnates de las finanzas y el marketing hacen lo que tienen que hacer, añaden kétchup que es una salsa que en lugar de mucha sal lleva mucha azúcar y ponen a disposición de los clientes mucha carne grasienta, es decir: la fórmula mágica de la comida basura. 

HAZ CASO A LOS GRANDES MAGNATES, ELLOS SABEN LO QUE ES BUENO PARA TI.

Hemos visto en la prensa que el gobierno federal de Obama trata de modificar esta forma de alimentación con programas destinados a convencer a los americanos de que hay que modificar la dieta.  Sin embargo, las grandes corporaciones llevan años induciendo en la cultura americana hábitos que cuesta mucho modificar. Disponen de un producto deseable y lo llevan vendiendo desde hace mucho tiempo. Toda una cultura pop creada en torno a los hot dogs, las hamburguesas y las bebidas superazucaradas, no se cambia de la noche a la mañana. Las bebidas de cola llevan cafeína y otros productos que crean adicción. También está comprobada la adicción que produce el consumo continuado de azúcar. De manera que los programas de mejora alimenticia del gobierno Obama no son capaces de calar en una población que lleva años sucumbiendo a lo inevitable. Si no comen hamburguesas, ¿qué van a comer? Es verdad que las corporaciones, para contrarrestar las campañas del gobierno, han tomado medidas, como es poner a disposición de los clientes las ensaladas que venden en los Burger y la Coca Cola Zero, pero todo esto es para que la gente siga consumiendo lo mismo, cambiando el azúcar por poderosos edulcorantes artificiales cuyos efectos en el organismo humano nadie conoce por ser productos sintéticos de los que no saben nada los científicos. Obama no puede imponer sus muy razonables tesis frente a años de películas, canciones, imágenes de adolescentes bebiendo Coca Cola y toda una cultura americana arraigada en su población y en la de los países satélites, que somos todos los demás. 




ADORABLES INOCENTES.

¿Cómo se puede pensar que los intereses de las grandes corporaciones coinciden con los nuestros y que los estados lo único que hacen es inmiscuirse impropiamente en nuestras vidas? Porque ellos quieren que lo pensemos y utilizan muchos medios culturales para imponer esa opinión entre la gente.

No se puede ser tan inocente como para creerles.

P.D. ¿Qué pasa en Venezuela? De eso hablaremos otro día, si tenemos tiempo.