Si honrar a los héroes es la liturgia habitual aquí, adorar
a Dios es, en nuestros tiempos, adorar al dios del consumo. El lunes lo
dedicamos a ir de compras. No es que aquí las cosas sean baratas, es que las
marcas americanas salen mejor de precio y sobre todo en los outlet pagan pocos
impuestos por lo que salen más baratos. Pero claro, pagar pocos impuestos
tiene la contrapartida de que los servicios públicos son deficientes, o por
decirlo de otra manera, a veces son sencillos. Por ejemplo, en los suburbios,
por donde están estos comercios, las carreteras están mal asfaltadas. Por otro
lado, las líneas eléctricas van por las calles colgadas de palos de madera o
tubos de acero y los semáforos también. Todo está lleno de publicidad y al
final el resultado no es el propio de un buen diseño, ni minimalista.
miércoles, 4 de abril de 2012
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