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martes, 30 de agosto de 2011

La crisis de la deuda.

Siempre he creído en la política. Nunca me creí eso de que ser apolítico era ser objetivo, estar por encima de las diferencias y ser generoso. Apolítico era Franco, que se cargó la política de este país durante cuarenta años e impuso la suya. No me gusta quien detenta el poder porque lo normal es que lo use en su propio beneficio antes que en el mío, pero tampoco creo en los tecnócratas, que lo único que defienden es su corporativismo y son fácil presa de los verdaderamente poderosos. 
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Toda esta declaración de intenciones es precisa para matizar lo que voy a decir a continuación.
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En los tiempos que corren, cada vez más, comprobamos que nuestros problemas no se resuelven desde la derecha o desde la izquierda, sino desde el sentido común. Está planteado ahora mismo el debate sobre la necesidad de limitar la deuda en nuestro ordenamiento jurídico.  Los que se pretenden de izquierdas, (I.U., los sindicatos), andan diciendo que limitar la deuda es hacer política de derechas y que estamos en manos de los mercados.
Respecto a lo primero, conviene recordar que hacer política es fundamentalmente elegir. Como no podemos hacer todo lo que quiere todo el mundo, el político debe elegir lo más conveniente para el conjunto de la población o al menos para la mayoría. Hoy día esto no se hace. Si tenemos que elegir entre hacer A y hacer B, elegimos hacer las dos cosas y como no podemos pagarlo nos endeudamos. Es un camino equivocado. Los que son de izquierdas deberían elegir gastar el dinero en unas cosas y los que son de derechas deberían elegir hacerlo en otras. Claro que los sindicatos y los partidos viven de los Presupuestos Generales del Estado y no quieren que se les acabe la financiación. Endeudarnos es trasladar nuestros problemas a nuestros hijos. Lo que proponen los sindicatos es que sigamos gastando todo lo que haga falta y que nos lo financien los chinos, que trabajan como tales y cuyos trabajadores, por cierto, viven en unas condiciones muy injustas que ningún sindicato europeo ha denunciado jamás. Ahí entramos en la segunda cuestión.
Si queremos gastar lo que no tenemos y para ello tenemos que recurrir a los mercados de deuda, estaremos siempre en manos de esos mercados, con lo cual tendremos que hacer lo que nos digan, habrá que pagar por la deuda lo que ellos quieran y dispondremos de la  que ellos nos quieran financiar. Eso es una evidencia que no tiene vuelta de hoja. ¿Qué mercado se va a doblegar a nuestros deseos? Ninguno. Cada vez que el telediario de la cadena pública abre con la noticia de que el Gobierno ha colocado su deuda en los mercados, (pagando más que ayer pero menos que mañana), se me pone la carne de gallina. El aumento de la prima de riesgo se debe a que los mercados prestamistas saben que aumentan nuestras dificultades para pagar lo que debemos.
Lo que hay que hacer es limitar la deuda para que no nos coman los intereses.
Lo que hay que hacer es subir los impuestos y bajar los gastos.
Que los partidos y los sindicatos se financien con sus afiliados (y la Iglesia con sus fieles).
Que sólo se gaste el dinero que sea preciso y que no se hagan infraestructuras faraónicas para, supuestamente, promover el desarrollo.
Gastar en educación, investigación, eso que llaman I+D+i, mejorar de una vez por todas la Formación Profesional.
Reducir drásticamente los gastos militares y abandonar nuestras misiones internacionales que nos dan un prestigio que perdemos luego en las crisis que provoca nuestra deuda.
Reducir la administración a lo que sea necesario y suprimir toda la que no funcione correctamente. La administración no puede ser un cementerio de elefantes para políticos jubilados, como son las diputaciones, (por ejemplo).
Hay que bajar los impuestos a quien cree empleo pero hay que subírselos a los que se han hecho ricos y viven de las rentas y de la especulación. Promover la economía productiva y cortarle las alas a la economía de especulación.
Promocionar desde el Estado las empresas españolas en el extranjero, en especial las del sector de la construcción e ingeniería, para que obtengan allí los contratos que aquí no tienen.
Hacer un acuerdo nacional y un plan de ataque contra la corrupción, modificar las leyes urbanísticas para acabar con la especulación inmobiliaria de una vez por todas.
Si los bancos no sirven para cumplir su misión en la economía deberán ser nacionalizados, no rescatados.
Además, se precisa de un cambio cultural. Si no podemos crecer de forma indefinida, habrá que ordenar nuestra economía para que podamos vivir sin sobresaltos. No se puede generar empleo aumentando indefinidamente la producción. No podemos ni debemos producir más. Las empresas, en aras a mantener el sistema, deberán pagar igual por menos horas trabajadas.
Esa propuesta habría de realizarse a nivel OCDE y habría además que proteger a los trabajadores de los países en desarrollo.
¿Por qué no están trabajando en eso los sindicatos europeos o en las medidas que consideren oportunas?
Sólo piden más deuda para que sigamos pagándoles la subvención.
La deuda es deuda. No es de izquierdas ni de derechas. Lucha por acabar con esta situación, no por poder seguir aumentado la deuda. Hay muchas cosas que reivindicar. 

P.D. Acabo de leer el artículo de Felipe González en El País en el que habla también de sentido común y comparte algunas cosas de las que digo. No lo había leído antes y no siempre estoy de acuerdo con él como hoy.  

1 comentario:

A.J dijo...

Muy simplistas ves las cosas...

¿Izquierda o derecha?
Arriba y abajo más bien...


La política y esta democracia son una farsa, vivimos en plutocracia donde los que mandan y deciden de verdad es la finanza y los agentes del mercado, neoliberalismo, desregulazión y un largo etc, justo loc ontrario de lo que pasaba en la época de Franco (que tambien se seguían políticas parecidas en el resto de paises europeos incluida la Rusia soviética.

Los problemas actuales vienes de la deuda y la que manda es la finanza, los partidos políticos deben cientos de millones a la finanza, jamás jugaran en su contra.

Franco no le debia nada a nadie.


Grandes fondos de inversión, finanza y multinacionales , esos son los que mandan , los políticos sus mamoporreros, y el populacho los tontos útiles, el rebaño.

Como decía Makinavaja"La verdad duele, pero curte"