No se trata de hace recortes en el gasto público para cuadrar bien la cuentas y adaptarlas a la crisis que la deuda ha creado en las administraciones públicas de España. Lo que los conservadores quieren hacer es un corte que acabe con una situación que se les venía haciendo insoportable desde siempre.
Todo esto de que cualquier “pringao” tenga la misma sanidad pública que Don Fulano o que sus hijos puedan tener la misma educación que los hijos de Don Mengano, es algo que lo llevan muy mal porque encima hay que pagárselo de nuestros impuestos. Aunque aquí la gente que tiene dinero paga muchos menos impuestos que los que vivimos de un sueldo, no deja de molestarles el igualitarismo que subyace en ese Estado del Bienestar, al que nunca llegamos del todo y del que parece que ya nos están apeando.
Es por eso que los recortes en sanidad en Cataluña que propone CIU no sean lo último sino lo primero. Lo mismo que el recorte del presupuesto de educación que impone el P.P. en sus Comunidades. Porque al mismo tiempo, se propone el aumento de fuerzas de seguridad, como cuando en Madrid se solicita la creación de una policía autonómica que permita desalojar indignados, alegando que el gobierno central no lo hace con la contundencia necesaria, o que en Extremadura se cuestione la orquesta, como hemos contado en “todas las músicas”, al tiempo que el Ayuntamiento de Badajoz crea nuevas plazas, casi exclusivamente, para policías locales. Policías que luego no patrullan porque el Consistorio no quiere gastar dinero en pagarles la gasolina que utilizan en sus vehículos.
No son recortes, lo que se pretende es hacer un corte en el Estado de Bienestar y que las cosas vuelvan a ser lo que fueron en otros tiempos.
Y los sindicatos y la supuesta izquierda manifestándose para que podamos seguir pidiendo créditos. ¿Es que las deudas son de izquierdas?
Y Llamazares dice que sí se va a presentar a las elecciones, (dijo que no lo iba a hacer), porque le ha animado el movimiento del 15-M. Que se vaya a las movilizaciones, que los indignados de lo que están hartos es de políticos, también de los que son supuestamente de izquierdas.
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