Ya lo dijo el presidente, Mariano Rajoy: hay que hacer lo que hay que hacer y hay que hacerlo bien. En realidad era una maniobra de distracción utilizada durante la campaña electoral para no tener que explicar un programa electoral que no tenía y unas medidas previstas que sí tenía pero que no nos quería explicar, dando al mismo tiempo la impresión de que sabía lo que tenía que hacer y transmitiéndonos el mensaje de que nosotros somos unos "bandarras" a los que no hay que explicar nada, que nosotros no sabemos nada de lo que pasa.
Pero aunque ni él se lo creyese, tenía razón. Veamos por qué.
Ayer en el programa de “El
Intermedio”, les preguntaban a los corresponsales en España de algunos medios
extranjeros su opinión sobre el Toro de la Vega que se celebra en Tordesillas. Uno
dijo que eso era una salvajada, otro que eso no representaba a España, otro que
se contradecía con el país moderno que es éste; pero la respuesta más
contundente la dio un corresponsal del Berliner Zeitung que dijo que lo más
llamaba la atención era que quienes participaban no parecían vecinos que estuvieran
en una fiesta, sino enaltecidos partícipes de una batalla. “Nosotros nos
bebemos unas botellas de cerveza y cantamos”, decía humildemente y sin comprender nada el pobre corresponsal
centroeuropeo. Por eso a los alemanes les llamamos “cabezas cuadradas”, porque
cuando van a trabajar van a trabajar y cuando van a una fiesta van a una
fiesta, los pobres. Aquí no, aquí nada es lo que parece.
En España se recicla la basura y
según las informaciones que periódicamente nos remiten los periódicos, somos de
los que más. O sea, no sólo tenemos los mejores bancos del mundo, sino que
además, somos de los que más reciclamos. En mi casa, por cada bolsa de basura
orgánica producimos tres de envases. Es decir, la proporción es ¼ de orgánica
por ¾ de envases. Sin embargo, cualquiera puede comprobar que en las calles de
nuestras ciudades por cada contenedor de envases, (normalmente amarillos),
ponen 3 contendores de orgánica. Haciendo unos sencillos cálculos, cualquiera
se puede dar cuenta de que en España recicla uno de cada 12 vecinos y lo más
importante: no pasa nada, porque no somos cabezas cuadradas.
Creo que en España en realidad no
se recicla la basura: nos ponen esos contendores para que no nos cabreemos
mucho los cuatro gilipollas que nos da por la tontería de separar los
materiales de desecho. He visto al camión de la basura llevarse en el mismo
viaje los desechos de los contenedores verdes y los de los amarillos.
¡Qué más da! ¡A ver si vamos a
ser nosotros también unos cabezas cuadradas!
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