Nadie lo supo ver. ¿Quién
podía imaginarse que pudiéramos caer en una crisis económica en medio del
derroche y la alegría con que vivíamos desde la entrada del euro?
Desde luego los economistas de
guardia del gobierno y de la oposición no. Esos están dedicados desde la prensa
a cantar las alabanzas de los suyos y a machacar a los contrarios, solo
preocupados de la lucha política para alcanzar el poder y nada más. Hay que
incluir ahí a todos los periodistas, analistas, contertulios y demás.
Tampoco los economistas del
mercado de valores. Esos sabios egregios capaces de anticipar una bajada mínima
de los índices bursátiles o la subida próxima de los mismos al día siguiente,
que son quienes crean las mayores fortunas desde la nada, demiurgos del nuevo
Dios de los mercados.
Pero eso no quiere decir que
no hubiera nadie que lo supiera entre los profesionales de la economía. ¿Cómo
iba a ser de otra manera, si hasta muchos legos en la materia lo estábamos
viendo ya entonces?
Carta de la AIECA (Asociación
de Inspectores de Entidades de Crédito del Banco de España), es decir funcionarios
economistas que se dirigen al Vicepresidente del Gobierno y Ministro de
Economía y Hacienda, Don Pedro Solbes, el día 22 de abril de 2005. Esto tiene visos de ser auténtico y está por ahí en correos electrónicos y en la red, como esta entrada que ofrece el diario "El Mundo".
“…queremos distanciarnos de la
complaciente lectura de la situación económica española que hacen en sus
últimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de España, el señor don
Jaime Caruana…”
“…el nivel de riesgo acumulado
en el sistema financiero español como consecuencia de la anónima evolución del
mercado inmobiliarios en España en los últimos seis años es muy superior al que
se desprende de la lectura de los mencionados discursos del Gobernador”.
“…detrás de este crecimiento desordenado del
crédito, especialmente en la parte dedicada a la financiación inmobiliaria, se
encuentra, en último término, la falta de determinación demostrada por el
Gobernador para exigir a las entidades sometidas a la supervisión del Banco de
España el rigor en la asunción de riesgos exigible a gestores de recursos
ajenos”.
“…este desmedido crecimiento
del crédito bancario, destinado en su mayor parte a la financiación de la
actividad inmobiliaria en todas sus fases (y, a nuestro entender, una de las
causas principales de la extraordinaria subida del precio de los inmuebles en
España), ha acabado provocando otro tipo de problemas en las entidades de
crédito españolas”.
“… Debido a que el incremento
del pasivo tradicional, los depósitos bancarios, ha demostrado ser insuficiente
para dar contrapartida al acelerado crecimiento del crédito, las entidades
españolas han tenido que buscar fuentes adicionales de liquidez, y lo han hecho
acudiendo a los mercados financieros de la zona euro, aprovechando las posibilidades
de la moneda única”.
“es previsible suponer que el
nivel de solvencia de estas acabe viéndose afectado una vez cambie la coyuntura
y se manifieste el riesgo latente en sus carteras…, nosotros consideramos que
el supervisor público podría y debería actuar para reconducir la situación. “
“En resumen, los inspectores
del Banco de España no compartimos la complaciente actitud del Gobernador del
Banco de España ante la creciente acumulación de riesgos en el sistema bancario
español derivados de la anómala evolución del mercado inmobiliario nacional
durante sus seis años de mandato, ni tampoco coincidimos completamente con él
sobre la causas del, a nuestro juicio, insostenible comportamiento de los
precios de los inmuebles en España, ni sobre las medidas a adoptar para
reconducir la situación hasta hacerla aceptable”.
“…el número de familias que
tendrá que afrontar serias dificultades para hacer frente a sus compromisos
financieros crecerá de manera alarmante. En estas circunstancias, no podemos
compartir las manifestaciones triunfalistas del que consideramos como máximo
responsable de la delicada situación actual”.
Un hombre de la experiencia y
saber de Pedro Solbes no fue capaz de ver la que se nos venía encima. Si no lo
sabía no tenía más que haber leído la carta que los inspectores le enviaron. Pero,
no es problema de ignorancia. Todos los dirigentes económicos sabían que la
burbuja inmobiliaria iba a reventar con efectos desbastadores para nuestra
economía y nuestro futuro. Entonces, cuál era el problema: que no sabían
cuándo.
a)
Mientras que no estalla la burbuja la gente
derrocha dinero, consume y está contenta con el sistema económico nacional, con
las magnitudes macroeconómicas. Lo que pase después de los cuatro años de
gobierno, una vez perdidas o ganadas las elecciones, ¿a quién le puede importar?
b)
Para evitarlo habría que haber asumido algún
pequeño ajuste, había que haber dicho que no a las peticiones de crédito,
habría que haber rebajado un poco los
índices de consumismo del personal y eso es malo para ganar elecciones.
Por muy serios que se pongan,
a los políticos lo único que les importa es ganar o perder las elecciones.
Acordémonos de la actitud del presidente Zapatero después de estallada la
crisis y de las acciones del actual presidente Rajoy, quien no quiere pedir la
inevitable intervención europea hasta que no pasen las elecciones de Galicia y
El País Vasco, como ya hiciera en el pasado al retrasar las medidas económicas hasta después de las de Andalucía.
En julio de 2006 Jaime Caruana
fue cesado como Gobernador del Banco de España y fue sustituido por Miguel
Ángel Fernández Ordóñez quien, como sabemos, no movió un dedo para frenar los
excesos de crédito en nuestra economía sino que decía, repitiendo la voz de su
amo, que los bancos españoles eran los mejores del mundo y no había riesgos en
nuestro sistema bancario, después de que hubiera estallado ya la crisis mundial en el 2007.
Han pasado cinco años y no
hemos movido un dedo para cambiar la situación.
Este país se hunde de manera
irremediable en las cloacas de la Historia.
¿Qué han hecho este fin de semana “El
Madrid” y “El Barça”?
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