Recibimos el rescate de la Unión Europea con
el lanzamiento de cohetes y pirotecnias. El presidente dijo que eso ya era agua
pasada, que la cosa la habían arreglado los alemanes, una vez más, por obra de
las potentes presiones que él y su gobierno habían ejercido, y se fue a Polonia
a ver el decisivo partido de la selección nacional contra Croacia. El ministro
Montoro había afirmado rotundamente: “no vendrán los hombres de negro”.
Al día siguiente “los mercados”, atónitos,
pusieron la prima de riesgo en la estratosfera y la bolsa empezó a caer, cosa
que no ha parado hasta la fecha.
Hay que comprender que el mentiroso a veces
lo tiene difícil. El presidente Mariano se enfrenta a tres graves problemas:
los socios europeos que han sido llamados en nuestra ayuda, los insensibles
mercados que no son de lágrima fácil y el pueblo español, de naturaleza
garbancera y fácil de engañar. El pueblo español es ese grupo de aficionados
que siguen a Manolo el del Bombo en sus intervenciones. De modo que como a los
otros dos no era fácil engañarles se dedicó a engañar al pueblo español en
cuerpo y alma, aunque no sin ayuda. La Sra. Cospedal ladrando como un perro, la
Sra. Sáez de Santamaría maullando como un gato, y toda la prensa adicta, que es
como dijimos la gran mayoría, salieron a tapar la palabra “rescate” y a hablar
de lo bien que lo habíamos hecho, incluida la máxima instancia del Estado:
enhorabuena.
A día de hoy, sabemos que los mercados no se
lo han creído. Naturalmente, tendrían que ser tan tontos como el pueblo
español. ¿Qué es una línea de crédito que se le da a los bancos pero de la que
sólo ellos tienen que responder porque al estado español no le va costar ni una
peseta ni se le va a contabilizar como déficit porque eso es cosa de bancos y
nada más y los hombres de negro no van a venir? Eso es una entelequia que hay
que ser muy tonto para tragársela. Ahora resulta que no sabemos a qué interés
va ir ese crédito, no sabemos con qué plazo de amortización y si hay carencia,
no sabemos nada, pero no es necesario saberlo, nosotros tenemos que cerrar los
ojos y creer a pie juntillas en este gobierno que, como ellos dicen, “saben lo
que tienen que hacer y lo van a hacer”. Nosotros aquí calladitos y portándonos
bien que para eso tenemos el fútbol. Como ya dijo el presidente en las
elecciones: “hay que hacer lo que hay que hacer y hacerlo como Dios manda”.
Amen.
Qué significa todo este rescate. Dice Paul
Krugman: “...todo ello sirve a lo sumo para ganar tiempo, al igual que el
programa de préstamos del Banco Central Europeo del pasado otoño.
¿Qué hará Europa con ese tiempo? Si hemos de
guiarnos por su comportamiento anterior, la respuesta es nada.”
Es decir: España seguirá tragándose la
burbuja inmobiliaria, (lo que nos va a producir unos gases que no veas),
seguiremos con más de cinco millones de parados y sin perspectivas de encontrar
fuentes de actividad para generar tantísimo empleo como se necesitaría,
seguirán empeorando las deudas públicas, las privadas y las de los bancos y
cada vez seremos más y más pobres. En un pozo que no tiene fondo...
Pero en todo ese proceso tendremos siempre a
nuestro lado al presidente Mariano que vendrá cada noche a contarnos un cuento
para que durmamos tranquilos.
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