Es muy fácil distinguir un fascista. Lo venimos haciendo desde hace tiempo en este blog. Por desgracia Italia, que por otro lado es un gran país, está cada vez más sumido en la tolerancia a esos energúmenos. Los fascistas, como ya hemos dicho, se distinguen porque ante los conflictos no manejan su corteza cerebral sino las porras o las pistolas. Además tienen poco aprecio por las instituciones burguesas. En Italia no les llaman fascistas porque se dejan impresionar por los buenos trajes que visten y porque están en el gobierno y se creen que son gente normal. También pensaron eso de Mussolini y de Hitler y pasó lo que pasó.
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Ministro Maroni: "Con los clandestinos hace falta ser malos, no buenistas"
Ministro Maroni: "Con los clandestinos hace falta ser malos, no buenistas"
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Las medidas que propone el “gobierno”, (sí, entre comillas), son tremendas pero hay una que es especialmente estúpida y da idea de la situación: obligación de tener una vivienda digna. Ahí está la clave. Darle la vuelta a la tortilla y convertir lo que era un derecho cuando el mundo estaba sujeto a las normas civilizadas en una obligación, porque así se hace culpables a los que son víctimas. Esa es la clave de la estrategia fascista contra los judíos o contra los emigrantes, da igual.
Menos mal que esta vez hasta la Iglesia Católica ha hecho campaña contra el decreto.
Las medidas que propone el “gobierno”, (sí, entre comillas), son tremendas pero hay una que es especialmente estúpida y da idea de la situación: obligación de tener una vivienda digna. Ahí está la clave. Darle la vuelta a la tortilla y convertir lo que era un derecho cuando el mundo estaba sujeto a las normas civilizadas en una obligación, porque así se hace culpables a los que son víctimas. Esa es la clave de la estrategia fascista contra los judíos o contra los emigrantes, da igual.
Menos mal que esta vez hasta la Iglesia Católica ha hecho campaña contra el decreto.
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