"... el hecho de no haber crecido en una familia millonaria, me ha ayudado. A mí nunca me faltó de nada, pero siempre gracias al esfuerzo de mis padres. Me compraban ropa dos veces al año, para la temporada de invierno y para la de verano, y yo me despertaba por la noche y me acordaba de que me habían comprado zapatos, y me preguntaba: ¿será verdad o será un sueño? Y miraba debajo de la cama, los tocaba, los olía y me volvía a dormir. Estas cosas, cuando no las tienes, las valoras mucho más, claro".
lunes, 23 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario