Vivimos en un mundo mediático. Eso es obvio. Pero estamos llegando a unos extremos que me parecen neuróticos, sustituyendo la realidad por una realidad virtual manipulada y malintencionada que nos procuran los medios que debían ser de información.
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LA PRENSA LOCAL
El otro día acudimos a un acto que organizaba la Consejería de Cultura de mi Comunidad y que se cerraba con la actuación de un conocido cantaor flamenco. Por este motivo fuimos un nutrido grupo de personas que de otra forma no habríamos dedicado un solo minuto a escuchar los discursos de los distintos Directores Generales que nos entretuvieron durante un buen rato explicándonos la buena gestión que estaban haciendo. Después de estas amenas disertaciones llegó el momento de recibir al maestro al que todos esperábamos. Desgraciadamente se presentó en unas condiciones que no eran las más adecuadas para realizar su trabajo artístico debido a un excesivo consumo de bebedizos de origen escocés. Enseguida empezamos a abandonar el local según veíamos que aquello no tenía solución y que de ahí no podía surgir el fuego ancestral del arte flamenco. Supongo que al final debieron de quedarse los políticos y los periodistas que tenían un interés en el acto que nada tenía que ver con el cante. Al día siguiente pensé: ¿cuál será la información que ofrezcan de todo esto los periodistas? A mí me parecía un escándalo lo que allí había sucedido. Pues bien, la información de los dos periódicos locales fue: Fulano de Tal, (se dice el pecado…), puso un broche de oro a la inauguración de… No sé donde estuvo el broche de oro, ¿acaso lo vomitó el maestro después de que yo me fuera? Lo que yo había presenciado no era lo que la prensa contaba. La gente que no estuvo allí (la mayoría) y que leyó el periódico al día siguiente conoció una noticia que no existió. Yo no vi el dichoso broche de oro por ningún lado.
El otro día acudimos a un acto que organizaba la Consejería de Cultura de mi Comunidad y que se cerraba con la actuación de un conocido cantaor flamenco. Por este motivo fuimos un nutrido grupo de personas que de otra forma no habríamos dedicado un solo minuto a escuchar los discursos de los distintos Directores Generales que nos entretuvieron durante un buen rato explicándonos la buena gestión que estaban haciendo. Después de estas amenas disertaciones llegó el momento de recibir al maestro al que todos esperábamos. Desgraciadamente se presentó en unas condiciones que no eran las más adecuadas para realizar su trabajo artístico debido a un excesivo consumo de bebedizos de origen escocés. Enseguida empezamos a abandonar el local según veíamos que aquello no tenía solución y que de ahí no podía surgir el fuego ancestral del arte flamenco. Supongo que al final debieron de quedarse los políticos y los periodistas que tenían un interés en el acto que nada tenía que ver con el cante. Al día siguiente pensé: ¿cuál será la información que ofrezcan de todo esto los periodistas? A mí me parecía un escándalo lo que allí había sucedido. Pues bien, la información de los dos periódicos locales fue: Fulano de Tal, (se dice el pecado…), puso un broche de oro a la inauguración de… No sé donde estuvo el broche de oro, ¿acaso lo vomitó el maestro después de que yo me fuera? Lo que yo había presenciado no era lo que la prensa contaba. La gente que no estuvo allí (la mayoría) y que leyó el periódico al día siguiente conoció una noticia que no existió. Yo no vi el dichoso broche de oro por ningún lado.
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LA PRENSA DE DERECHAS
Si uno lee la prensa de derechas saca la impresión de que el actual Gobierno de España está interesado en la buena salud de la organización etarra y que es su mejor sostén. Es lo de las pintadas de zETAp. El que se hayan detenido a más terroristas que nunca en la historia de España, que la organización pase por su momento más delicado (aunque conserve su absurdo poder de hacer daño), que Rubalcaba sea el ministro del Interior más eficaz que hemos conocido, no tiene ninguna incidencia en la información y no impide que los periódicos de la derecha sigan diciendo que el gobierno sustenta el poder de ETA por su poco interés en derrotarle.
Si uno lee la prensa de derechas saca la impresión de que el actual Gobierno de España está interesado en la buena salud de la organización etarra y que es su mejor sostén. Es lo de las pintadas de zETAp. El que se hayan detenido a más terroristas que nunca en la historia de España, que la organización pase por su momento más delicado (aunque conserve su absurdo poder de hacer daño), que Rubalcaba sea el ministro del Interior más eficaz que hemos conocido, no tiene ninguna incidencia en la información y no impide que los periódicos de la derecha sigan diciendo que el gobierno sustenta el poder de ETA por su poco interés en derrotarle.
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LA PRENSA DE IZQUIERDAS
Por su parte, los periódicos de la izquierda arremeten contra la huelga de jueces que pone en peligro la credibilidad del gobierno de Zapatero. Nada importa lo que pasa en los juzgados, eso no le preocupa a nadie, pero salir en defensa del ministro de Justicia es obligación de escritores como Manuel Rivas que hasta ahora había dedicado su tiempo a mejores causas. Todo esto viene del tesón con que el padre de Mari Luz, la niña asesinada por un pederasta convicto, viene denunciando a la justicia. Según la teoría del gobierno, todo fue un error de un juez. Las cifras sobre sentencias sin ejecutar varían de unos medios a otros, pero algunos periódicos llegan a cifrarla en millón y medio de sentencias. ¿Cómo se pueden tener millón y medio (o un millón, o medio millón, o doscientas mil) de sentencias sin ejecutar y decir que la culpa de lo que le sucedió a Mari Luz es de un juez? ¿Es que todas esas sentencias sin ejecutar son de su juzgado? Los jueces son responsables de hacer su trabajo con los medios que tienen pero quien está obligado a dotarlos de medios es el Ministerio de Justicia, en definitiva el Gobierno, que debería haber actuado si había tantas sentencias sin ejecutar. En lugar de eso el Presidente del Gobierno se reúne con el padre de Mari Luz y le dice que tiene todo su apoyo y el Ministro de Justicia dice que no está de acuerdo con la sentencia que castiga al juez a una pena menor, que eso es poco. ¿A qué pena habría que castigar entonces al Presidente del Gobierno y al Ministro de Justicia? Pero estos no tienen responsabilidad ninguna porque ellos son los que crean el “discurso” a través de los medios de comunicación y son inmunes a la crítica de los medios porque no les alcanza. Si un niño suspende el curso escolar es su responsabilidad, si todos los niños suspenden el curso es responsabilidad del profesor o del sistema escolar, no de los niños. Si un juez no ejecuta una sentencia es su responsabilidad, si no-se-cuantos miles o millones de sentencias están pendientes es responsabilidad del Ministro de Justicia y del Presidente del Gobierno, diga lo que quiera Manuel Rivas con el que suelo coincidir en otras cosas pero no en este absurdo artículo publicado en el País.
Por su parte, los periódicos de la izquierda arremeten contra la huelga de jueces que pone en peligro la credibilidad del gobierno de Zapatero. Nada importa lo que pasa en los juzgados, eso no le preocupa a nadie, pero salir en defensa del ministro de Justicia es obligación de escritores como Manuel Rivas que hasta ahora había dedicado su tiempo a mejores causas. Todo esto viene del tesón con que el padre de Mari Luz, la niña asesinada por un pederasta convicto, viene denunciando a la justicia. Según la teoría del gobierno, todo fue un error de un juez. Las cifras sobre sentencias sin ejecutar varían de unos medios a otros, pero algunos periódicos llegan a cifrarla en millón y medio de sentencias. ¿Cómo se pueden tener millón y medio (o un millón, o medio millón, o doscientas mil) de sentencias sin ejecutar y decir que la culpa de lo que le sucedió a Mari Luz es de un juez? ¿Es que todas esas sentencias sin ejecutar son de su juzgado? Los jueces son responsables de hacer su trabajo con los medios que tienen pero quien está obligado a dotarlos de medios es el Ministerio de Justicia, en definitiva el Gobierno, que debería haber actuado si había tantas sentencias sin ejecutar. En lugar de eso el Presidente del Gobierno se reúne con el padre de Mari Luz y le dice que tiene todo su apoyo y el Ministro de Justicia dice que no está de acuerdo con la sentencia que castiga al juez a una pena menor, que eso es poco. ¿A qué pena habría que castigar entonces al Presidente del Gobierno y al Ministro de Justicia? Pero estos no tienen responsabilidad ninguna porque ellos son los que crean el “discurso” a través de los medios de comunicación y son inmunes a la crítica de los medios porque no les alcanza. Si un niño suspende el curso escolar es su responsabilidad, si todos los niños suspenden el curso es responsabilidad del profesor o del sistema escolar, no de los niños. Si un juez no ejecuta una sentencia es su responsabilidad, si no-se-cuantos miles o millones de sentencias están pendientes es responsabilidad del Ministro de Justicia y del Presidente del Gobierno, diga lo que quiera Manuel Rivas con el que suelo coincidir en otras cosas pero no en este absurdo artículo publicado en el País.
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LA PRENSA INTERNACIONAL DE REFERENCIA
Días antes de empezar la guerra de Irak, mientras nos desgañitábamos gritando contra la invasión de ese país, se podía leer la prensa de prestigio, como el New York Times, considerando muy adecuadas las medidas del gobierno dada la gravedad de los hechos que eran mucho más complejos de lo que unos cuantos mentecatos pacifistas podían pensar. A su vez, la prensa europea era más crítica (según países) pero siempre les quedaba la cosa de que si EE.UU. estaba en eso sería por algo y no me refiero solo a los defensores de aquello, como nuestro Presidente Aznar, sino en general todos los medios de información. Cuando se supo que no había armas de destrucción masiva en Irak se argumentaba algo así como que todo esto era muy complejo y los que nos oponíamos a la guerra no estábamos tan capacitados para analizar la situación como el presidente Bush, que ese sí sabía lo que hacía. Cuando Bush perdió las elecciones el mundo mediático vio un rayo cegador, cayó del caballo como San Pablo y se convirtió a la crítica al presidente Bush. Ahora todo el mundo le critica. A los que llevamos ocho años haciéndolo nos está empezando a dar pena el trato que está recibiendo su mandato por parte de la prensa EN LAS ÚTLIMAS SEMANAS. ¿No hubiera sido mejor que se hubiese criticado su insensata guerra antes de que empezara y no ahora que ya no tiene remedio? Pero claro ahora toda la prensa americana apoya a Obama y sus posturas. A Rey muerto Rey puesto.
Días antes de empezar la guerra de Irak, mientras nos desgañitábamos gritando contra la invasión de ese país, se podía leer la prensa de prestigio, como el New York Times, considerando muy adecuadas las medidas del gobierno dada la gravedad de los hechos que eran mucho más complejos de lo que unos cuantos mentecatos pacifistas podían pensar. A su vez, la prensa europea era más crítica (según países) pero siempre les quedaba la cosa de que si EE.UU. estaba en eso sería por algo y no me refiero solo a los defensores de aquello, como nuestro Presidente Aznar, sino en general todos los medios de información. Cuando se supo que no había armas de destrucción masiva en Irak se argumentaba algo así como que todo esto era muy complejo y los que nos oponíamos a la guerra no estábamos tan capacitados para analizar la situación como el presidente Bush, que ese sí sabía lo que hacía. Cuando Bush perdió las elecciones el mundo mediático vio un rayo cegador, cayó del caballo como San Pablo y se convirtió a la crítica al presidente Bush. Ahora todo el mundo le critica. A los que llevamos ocho años haciéndolo nos está empezando a dar pena el trato que está recibiendo su mandato por parte de la prensa EN LAS ÚTLIMAS SEMANAS. ¿No hubiera sido mejor que se hubiese criticado su insensata guerra antes de que empezara y no ahora que ya no tiene remedio? Pero claro ahora toda la prensa americana apoya a Obama y sus posturas. A Rey muerto Rey puesto.
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Viva la prensa libre.
Viva la prensa libre.
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