Recortes en prevención de incendios

Es un cosmos en ascuas. Es un tizón que tiñe la tierra. No hay muerte más muerte que ésta. Toda la vegetación, toda la fauna, las aves, los pájaros, las arañas y las ginetas, los lagartos y los jabalíes, el azor y los cuervos, los árboles, las matas de madroños, la hierba, la hojarasca, los frutos, las simientes. Todo ha muerto. La esperanza. La culpa de todo la tiene esta maldita sequía. 

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La temperatura de la tierra subirá dos grados en los próximos cincuenta años. 

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-          ¡Qué más da! Yo me paso la mitad del verano en la playita, a mí un par de grados ni me va ni me viene.

-          No es la temperatura es el planeta, ¡IDIOTA! 

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Críticas al recorte de 15 millones en el presupuesto de la lucha antincendios en Valencia. El P.P. valenciano se defiende diciendo que “no ha habido recortes sino optimización de recursos”. Deberíamos optimizar los recursos de la clase política. Con menos de la mitad de los que hay ahora nos sobraba. 

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El 11% del territorio de la isla de La Gomera ha ardido. Seamos optimistas, aún nos queda el 89% del territorio de la isla. Con eso basta de momento. No alarmemos sin necesidad a la población. 

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El calor trajo el fuego y el fuego traerá el calor, y la erosión y las inundaciones. Este otoño, donde ahora dice incendios dirá riadas. El suelo hecho un tizón, sin masa forestal ni hierba, no absorbe ni una gota de agua. Según llueva, el agua correrá por las escorrentías e irá a parar a los arroyos hasta desbordarse en los ríos. Sin masa forestal las temperaturas subirán y se absorberá menos CO2. ¿Quién decidió sembrar pinos en una tierra donde todos los veranos, con mayor o menor intensidad, proliferan los incendios? Se arrancaron encinas y robles en los bosques para poner pinos, todavía aparecen las matas dispersas de arboleda autóctona entre éstos. 

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¿Cuánto tiempo aguantará la naturaleza este ciclo? 

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En la antigüedad a la naturaleza se la llamaba “El Uno”. El uno era invariable y no tenía principio ni fin, sólo sus componentes nacían y morían, pero la naturaleza estaba ahí siempre. Hoy, gracias al desarrollo humano, esto ha cambiado. Nos enfrentamos por primera vez a la posibilidad de acabar con el planeta. Ha sido un gran desarrollo, aunque empieza a no parecer muy humano… ni muy natural.