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martes, 7 de agosto de 2012

El mañana efímero.


No estamos de vacaciones, por desgracia. Tampoco estamos serenos y tranquilos con lo que está pasando en este país, por desgracia. El caso es que llevamos un tiempo escribiendo poco porque, además de que tenemos otras cosas en que emplear el tiempo, (como pueden ser sentarnos en las terrazas de verano, quedarnos absortos filosofando sobre el ser y la nada, echarnos la siesta y rezar a la Virgen de la Soledad para que llueva), además hemos comprobado que el oficio al que nos venimos entregando desde hace algún tiempo que consiste en realizar análisis profundos sobre la actual crisis económica, política y social, está empezando a quedar obsoleto, estamos a punto de irnos al paro de los analistas. Y no es porque nos hagan un ERE, que ahora se lo van a hacer hasta a los empleados públicos, que no van a dejar títere con cabeza, sino porque hemos constatado en los últimos días que la tropa no es tonta y que cada vez tenemos más claro el tema de lo que pasa y no necesitamos más análisis. Hemos detectado en la red y en numerosos correos que circulan por el ciberespacio  que la peña lo tiene muy claro y todo el mundo sabe ya el contubernio que nos han organizado los poderes fácticos especulativos, los ricos de verdad y los listos de siempre, con la clase política y aledaños como colaboradores necesarios, para dejarnos más limpios que la patena. Lo sabe ya todo el mundo, todos lo han visto y el que no lo ha visto es porque a él no le ha llegado todavía su cuota de miseria, que aquí hay para todos y ya le llegará. Así que de nada sirven nuestros sesudos análisis cuando la cosa se ve que está muy madura. Ya no les cree ni el más tonto de los votantes de cualquiera de los partidos que nos han venido el solar patrio a los prestamistas, a los vendedores de crecepelo y demás turbamulta ladrona que vacía nuestros bolsillos a plena luz del día y sin sonrojo.
Luego, si ya tenemos claro lo que está pasando y que van a por nosotros, ¿qué nos queda? Pues nos queda lo que ya está empezando a hacer la gente; como en un correo que nos ha llegado hace poco enviado por unos funcionarios de un ayuntamiento de 10.000 habitantes, (en ese caso Hondarribia en Guipúzcoa), en el que nos hacían saber las cuantiosas cantidades que cobraban los ediles del lugar, acompañado de un mensaje pidiendo que todos los funcionarios pongamos en circulación lo que sabemos sobre el saqueo al que la clase política y aledaños está realizando a este país que fue siempre pobre, que se hizo rico en dos días y que ahora se desploma por la ladera abrupta de una crisis que nos han traído los especuladores y algunos imbéciles con dinero, muchos de ellos residentes en el centro y norte de Europa ¿Weisen Sie?.  
Se ha terminado. Damos por cerrado el periodo de análisis y recibimos ilusionados un periodo que ha de ser de acción. Ahora viene lo más difícil: ¿qué hacemos? Bueno esta parte es complicada pero no hay que amedrentarse. Si has hecho bien la primera parte y tienes claro el análisis de lo que ha pasado, de cómo nos han manipulado para robarnos la cartera, las acciones vendrán por sí solas y caerán como una fruta madura.
¿Qué vendrá? ¿Qué traerá el mañana?
Acudamos a los pocos sabios que en el mundo han sido para oír lo que nos pueden decir hoy.

Decía Don Antonio Machado:

El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.

¿Esto es todo lo que podemos esperar? ¿No hay posibilidad de salir de esta miseria fea?
Sí, dice el poeta:

Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.

Pues ahí lo tienes.

2 comentarios:

La Mari dijo...

Ojalá el mañana vacío sea pasajero y breve.
Ojalá sea más la idea que la rabia (aunque no se pierda de vista su origen)
Ojalá sepamos contribuir y enderezar y, sobre todo, que alboree ya.

manuel larios dijo...

Ojalá