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viernes, 21 de enero de 2011

Malos humos.


Como ya dejé de fumar hace años y no soy ningún intolerante del tabaco ajeno, (no puedo serlo con todo lo que fumé hasta el 2005), no voy a hablar del tema que atrae la atención de la gente. Voy a hablar de otro tema, precisamente por la sencilla razón de que no atrae la atención de nadie.
Publicaba ayer El País un informe en el que se decía que los niveles de contaminación de Madrid y Barcelona estaban por encima de los límites establecidos por la Unión Europea y que eso supondría multas por incumplimiento. Es más, decía que las muertes evitables por este tema y el gasto sanitario que conlleva supone una cantidad mayor aún que la propia multa, (y qué decir del coste moral de perder a un ser querido para siempre que se muere por estos malos humos).
Dice El País:
El dióxido de nitrógeno es un gas irritante de las vías respiratorias cuya fuente principal son las emisiones de los motores de combustión. Además de perjudicar afecciones como el asma, es un factor determinante en el aumento de las alergias. Cuando una alta concentración de gases del tráfico coincide con picos de polinización, los alérgicos, que ya de por sí tienen las mucosas inflamadas e irritadas, lo pasan especialmente mal”.
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Esto son cosas que no tienen remedio. El nuevo gobierno de la Generalitat, que es el responsable de la contaminación según la normativa aplicable, ya ha dicho que va a abrir la mano a los conductores y que va reducir las restricciones, como eso de no sobrepasar los 80 km/h en las autopistas de circunvalación y demás zarandajas que se pusieron en el pasado.
¿Quién se va a preocupar de estas cosas? ¿Quién va a molestar a la gente hasta el extremo de limitar el uso del automóvil privado? Hasta ahí podíamos llegar: ¿y si al ponerles límites se cabrean y nos dejan de votar por una tontería como ésta? Los políticos de ambas ciudades hablan de moratorias. O dicho de otra manera, que los límites los pongan otros que esto quita votos.
En países sin libertades civiles, como la República Federal Alemana, han instaurado un sistema, como ya hemos contado AQUÍ, que limita el uso de los vehículos que contaminan más, hasta el punto de prohibir la entrada de coches con motor diesel si no tienen un moderno sistema de filtrado de partículas contaminantes. En las ciudades italianas se están empezando a poner límites al tráfico de vehículos privados y se prohíbe su uso cuando se alcanzan los niveles no permitidos. También se están limitando en Gran Bretaña y en México D.F., (la ciudad más contaminada del Mundo).
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AQUÍ se puede ver un informe jurídico sobre la restricción del uso del vehículo privado y el derecho a la libre circulación de las personas.
¡Qué bárbaros son estos germanos!
En España sí que se vive bien. Y con libertad.
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