Vistas de página en total

miércoles, 13 de enero de 2010

Basuras


Dice el periódico Hoy que la localidad Cacereña de Almaraz, (que alberga la única central nuclear en funcionamiento de la región), estudia “si coger el almacén de residuos nucleares” (sic). En primer lugar propongo que el periódico Hoy estudie “si aprender un poco de gramática castellana” ahora que acaba de aparecer una edición de la Nueva Gramática de la Lengua Española.



Mucha gente opina que la energía nuclear es una buena solución sin efectos sobre el calentamiento global del planeta ya que no genera CO2 ni otros gases de efecto invernadero. Por cierto que esta gente es la misma que dice que el calentamiento global del planeta no está producido por el hombre, con lo cual: ¿Qué más da que usemos energía nuclear o que usemos combustibles fósiles?


Lo que no dicen pero sabemos todos es que uno de los problemas principales que plantea la energía nuclear es que una vez producida la energía genera una cantidad enorme de “basura nuclear” en forma de residuos radioactivos cuya vida media (antes de desintegrarse) es muy variable (según el tipo de residuos) y va desde unas décadas a miles e incluso millones de años. Durante ese ratito, los residuos deben de estar almacenados en compartimentos estancos y evitar que se produzca la rotura de alguno de ellos que contaminaría la zona circundante con la radiación allí contenida. Es decir, durante ese número variable de años habrá que estar atento para que ningún contenedor se rompa ya sea por un terremoto, un ataque terrorista o una guerra en toda regla, un accidente fortuito o cualquier otra circunstancia que pueda producirse durante ese tiempo en el que van a estar almacenados los residuos. Vamos, una gracia.


Aquí puede verse lo que informa el Consejo de Seguridad Nuclear sobre el tema, es decir muy poco.


Más crítico es este otro informe y los que se pueden encontrar en Greenpeace, Aedenat y otros.


Claro que para un municipio pequeño, como es Almaraz, la cantidad de dinero que el Estado está dispuesto a dar para quitarse de encima este problema es inmensa y por tanto muy tentadora, de modo que la alcaldesa del P.P. ya ha dicho que le interesa el tema.


Pero esto no solo afecta a Almaraz nos afecta a todos, especialmente a los extremeños. Espero que a la Junta de Extremadura no le dé por decir que esto es muy bueno para el desarrollo regional, como ha dicho con la refinería de Alfonso Gallardo.


Para finalizar incluimos aquí una bonita historia que hemos sacado de la página citada.

En septiembre de 1987, los habitantes de Goianía, una ciudad brasileña, encontraron una máquina desconocida abandonada en un vertedero. La abrieron y hallaron en su interior un polvillo azul. La tradición de la pintura corporal debió marcar el comportamiento de los brasileños, pues muchos de ellos se embadurnaron con él. Un mes después se empezaron a producir las primeras muertes. Aquel polvillo era Cesio 137, un material altamente radiactivo que debería haber estado almacenado bajo estrecha vigilancia. El Gobierno brasileño se vio obligado a poner a toda la población bajo control radiológico. Casi 300 personas se vieron afectadas. Los que murieron a causa de la radiación fueron enterrados en ataúdes de plomo de 608 kilos bajo varias capas de cemento.

No hay comentarios: