No sé qué pasa en Extremadura con las Z.E.P.A.s, pero el caso es que se ha abierto la veda. Sospecho que el P.P. ha decidido que aquí hay tomate para hacer oposición, conseguir simpatías y atacar a la Junta de Extremadura. Si quieren apuntarse al anti-ecologismo para ganar votos, ellos sabrán lo que hacen, pero, ¿no será que los que aquí ganen los pierdan por otro lado? O ¿es que piensan ganar las elecciones sólo con el voto de los terratenientes?
Dice el periódico local que el 27% del territorio extremeño está protegido frente a menos del 20% de media en el conjunto de España. Pues muy bien, tampoco es para tirar cohetes. Pero añaden que hay 1 hectárea protegida por habitante mientras que en el resto hay 1 hectárea protegida por cada cinco habitantes. No hay que ser doctor en matemáticas para darse cuenta que de esas estadísticas lo que se colige es que Extremadura tiene pocos habitantes y muchos periodistas ineptos. Termina el periódico sus estadísticas diciendo que en Galicia hay 1 hectárea protegida por cada 38 habitantes. Claro, Galicia es el caso opuesto a Extremadura, con mucha población y muy dispersa, (y con el P.P. casi toda la vida gobernando), mientras que Extremadura, como decía una vieja canción de Pablo Guerrero, es una “soledad llena de encinas sobre campos con veredas”, un territorio despoblado, con la población muy concentrada en pueblos grandes y grandes extensiones de tierras entre pueblos.
Dice el periódico local que el 27% del territorio extremeño está protegido frente a menos del 20% de media en el conjunto de España. Pues muy bien, tampoco es para tirar cohetes. Pero añaden que hay 1 hectárea protegida por habitante mientras que en el resto hay 1 hectárea protegida por cada cinco habitantes. No hay que ser doctor en matemáticas para darse cuenta que de esas estadísticas lo que se colige es que Extremadura tiene pocos habitantes y muchos periodistas ineptos. Termina el periódico sus estadísticas diciendo que en Galicia hay 1 hectárea protegida por cada 38 habitantes. Claro, Galicia es el caso opuesto a Extremadura, con mucha población y muy dispersa, (y con el P.P. casi toda la vida gobernando), mientras que Extremadura, como decía una vieja canción de Pablo Guerrero, es una “soledad llena de encinas sobre campos con veredas”, un territorio despoblado, con la población muy concentrada en pueblos grandes y grandes extensiones de tierras entre pueblos.
Una Comunidad con la densidad de población de Extremadura puede permitirse tener el 27% de su territorio protegido, lo cual hoy día es un lujo para cualquiera. Ya querrían esas Comunidades, a que se refieren en las estadísticas del diario “Hoy”, tener la superficie de espacios protegidos que tiene esta región.
Después de siglos de abandono, con una mayoría de la población desheredada de tierras, con una burguesía moderna inexistente, con el territorio en manos de terratenientes y de la Iglesia Católica abandonado de toda actividad productiva, ahora resulta que nos encontramos con la suerte de tener algunos restos de territorio virgen, que es una ventaja no solo medioambiental sino también económica en los tiempos que corren.
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