Voy a ser políticamente incorrecto a tope: no me gusta ver a Otegi en la cárcel. Y no es porque me caiga simpático. Los que me conocen bien saben que aborrezco a ETA como la mayoría de los españoles y un poco más. Voy a ampliar lo que acabo de decir porque me parece que están en juego cosas importantes.
En primer lugar, me parece
intolerante esa actitud casposa del Partido Popular de decir que todo es ETA. Ser
independentista es legal, en este país y en todos los que funcionan con alguna
intención de ser democráticos. Ser socialista es igualmente legal. Así que ser
independentista y socialista no quiere decir ser de ETA, aunque además seas
vasco. Te gustará el independentismo, o no, te gustará el socialismo o no, te
gustarán los vascos o no; pero todo eso no es ilegal, ni así aislado ni en
conjunto. Lo único que es ilegal en una democracia es usar la violencia para
conseguir objetivos políticos.
Cuando la justicia española metió
en la cárcel a Otegi, junto con otras personas, el ministerio del interior
español, (recuérdese que dirigido por Rubalcaba, no por el P.P.), había
culminado la tarea de acabar con los abertzales que optaron por la vía de la
violencia. Estaban vencidos. Me extraña mucho que la idea de Otegi fuera reconstruir
ETA, cuando llevaba tiempo del lado de los que defendían la necesidad de promover
la independencia por la vía civil. Es probable que éstos, que en su día
militaron en ETA, no lo hicieran por un convencimiento moral, sino por una
estrategia que se basaba en la lógica de los hechos, pero estoy convencido de
que la intención de Otegi era la de reconstruir Batasuna ahora que ETA estaba
acabada y actuar sólo en la vía política. No es un convencimiento basado en
datos, es simplemente, una opinión basada en las informaciones de la prensa. Es
posible que la justicia española tuviera más datos que yo.
De todo este tema lo que más me
preocupa es la actitud de la justicia española. Sabida la necia estrategia que
sigue el P.P. de utilizar políticamente a ETA para todo (Podemos es ETA,
Zapatero era ETA), ya que esto le da mucho rédito entre la gente que antepone
sus sentimientos a sus razonamientos, (que son unos cuantos en este
mediterráneo país), me inquieta ver como todos los miembros del Tribunal Constitucional
que fueron elegidos por el P.P. han votado a favor de sus tesis, mientras que
los demás no. Entonces, no se trata de que estos prestigiosos juristas tengan
más información que yo: se trata de que tienen menos independencia de criterio.
Esto sí que es serio y antidemocrático.
Por último, tengo que aceptar el
comentario que hace Petxo Idoiaga en Público, en el sentido de que los
españoles no hemos abierto la boca para hacer una crítica de todo esto,
aceptando la injusticia por venir de dónde viene: porque se trata de gente que
algún día compartió lucha con los que mataban.
La injusticia es injusticia
aunque no nos gusten sus víctimas.
Debemos ser justos por nuestros convencimientos éticos, no porque las posibles víctimas de la injusticia nos sean simpáticas.
Allá los otros, los diferentes a nosotros, con su ética particular.
En todo caso, no es ético aplicar el "ojo por ojo".
Debemos ser justos por nuestros convencimientos éticos, no porque las posibles víctimas de la injusticia nos sean simpáticas.
Allá los otros, los diferentes a nosotros, con su ética particular.
En todo caso, no es ético aplicar el "ojo por ojo".
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