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jueves, 24 de julio de 2014

Ser justos aunque las víctimas no lo merezcan.



Voy a ser políticamente incorrecto a tope: no me gusta ver a Otegi en la cárcel. Y no es porque me caiga simpático. Los que me conocen bien saben que aborrezco a ETA como la mayoría de los españoles y un poco más. Voy a ampliar lo que acabo de decir porque me parece que están en juego cosas importantes.

En primer lugar, me parece intolerante esa actitud casposa del Partido Popular de decir que todo es ETA. Ser independentista es legal, en este país y en todos los que funcionan con alguna intención de ser democráticos. Ser socialista es igualmente legal. Así que ser independentista y socialista no quiere decir ser de ETA, aunque además seas vasco. Te gustará el independentismo, o no, te gustará el socialismo o no, te gustarán los vascos o no; pero todo eso no es ilegal, ni así aislado ni en conjunto. Lo único que es ilegal en una democracia es usar la violencia para conseguir objetivos políticos.

Cuando la justicia española metió en la cárcel a Otegi, junto con otras personas, el ministerio del interior español, (recuérdese que dirigido por Rubalcaba, no por el P.P.), había culminado la tarea de acabar con los abertzales que optaron por la vía de la violencia. Estaban vencidos. Me extraña mucho que la idea de Otegi fuera reconstruir ETA, cuando llevaba tiempo del lado de los que defendían la necesidad de promover la independencia por la vía civil. Es probable que éstos, que en su día militaron en ETA, no lo hicieran por un convencimiento moral, sino por una estrategia que se basaba en la lógica de los hechos, pero estoy convencido de que la intención de Otegi era la de reconstruir Batasuna ahora que ETA estaba acabada y actuar sólo en la vía política. No es un convencimiento basado en datos, es simplemente, una opinión basada en las informaciones de la prensa. Es posible que la justicia española tuviera más datos que yo.

De todo este tema lo que más me preocupa es la actitud de la justicia española. Sabida la necia estrategia que sigue el P.P. de utilizar políticamente a ETA para todo (Podemos es ETA, Zapatero era ETA), ya que esto le da mucho rédito entre la gente que antepone sus sentimientos a sus razonamientos, (que son unos cuantos en este mediterráneo país), me inquieta ver como todos los miembros del Tribunal Constitucional que fueron elegidos por el P.P. han votado a favor de sus tesis, mientras que los demás no. Entonces, no se trata de que estos prestigiosos juristas tengan más información que yo: se trata de que tienen menos independencia de criterio. Esto sí que es serio y antidemocrático.

Por último, tengo que aceptar el comentario que hace Petxo Idoiaga en Público, en el sentido de que los españoles no hemos abierto la boca para hacer una crítica de todo esto, aceptando la injusticia por venir de dónde viene: porque se trata de gente que algún día compartió lucha con los que mataban.

La injusticia es injusticia aunque no nos gusten sus víctimas. 
Debemos ser justos por nuestros convencimientos éticos, no porque las posibles víctimas de la injusticia nos sean simpáticas. 
Allá los otros, los diferentes a nosotros, con su ética particular. 
En todo caso, no es ético aplicar el "ojo por ojo". 

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