¿Qué podemos pensar de estas dos páginas en la red sobre Zizurkil?
La primera es sencillamente una noticia de El País donde se nos habla de que el ayuntamiento de la localidad va a cambiar el nombre de dos calles de la misma que estaban dedicadas a dos asesinos de ETA, el asesino de Miguel Ángel Blanco y de Fernando Mugica y de un miembro del comando Madrid. Este impulso tan ciudadano y civilizado se produce por un lado, por el cambio de actitud del PNV ante la banda por mor de los pactos a los que está llegando con el gobierno y por otro, por medio de un proceso judicial que tiene en marcha Baltasar Garzón para procesar a todo edil que no condene la permanencia de esos nombres en el callejero porque será inculpado de enaltecimiento continuado del terrorismo según denuncian los familiares de las víctimas.
Si pasamos de esta página al blog que recibe el nombre de “Oteando desde Getxo” podemos observar con alegría lo que es tocar el cielo con los deditos. No es posible mayor grado de pacífica convivencia que la que se desprende de estas cándidas páginas, donde un grupo de encantadores vecinos celebran con celestial fe cristiana la Pascua de la Resurrección o donde nos muestran sus nuevos cuadritos al óleo de paisajes y lugares de Zizurkil. No es posible mayor felicidad en la tierra, con jornada gastronómica incluida.
¿Cómo pudieron Miguel Ángel Blanco y Fernando Mugica cuestionar siquiera tamaña felicidad?
Es notable la seráfica felicidad que se desprende de estas gentes no obstante pertenecer a un pueblo oprimido por el centralismo asesino de un estado invasor.
La primera es sencillamente una noticia de El País donde se nos habla de que el ayuntamiento de la localidad va a cambiar el nombre de dos calles de la misma que estaban dedicadas a dos asesinos de ETA, el asesino de Miguel Ángel Blanco y de Fernando Mugica y de un miembro del comando Madrid. Este impulso tan ciudadano y civilizado se produce por un lado, por el cambio de actitud del PNV ante la banda por mor de los pactos a los que está llegando con el gobierno y por otro, por medio de un proceso judicial que tiene en marcha Baltasar Garzón para procesar a todo edil que no condene la permanencia de esos nombres en el callejero porque será inculpado de enaltecimiento continuado del terrorismo según denuncian los familiares de las víctimas.
Si pasamos de esta página al blog que recibe el nombre de “Oteando desde Getxo” podemos observar con alegría lo que es tocar el cielo con los deditos. No es posible mayor grado de pacífica convivencia que la que se desprende de estas cándidas páginas, donde un grupo de encantadores vecinos celebran con celestial fe cristiana la Pascua de la Resurrección o donde nos muestran sus nuevos cuadritos al óleo de paisajes y lugares de Zizurkil. No es posible mayor felicidad en la tierra, con jornada gastronómica incluida.
¿Cómo pudieron Miguel Ángel Blanco y Fernando Mugica cuestionar siquiera tamaña felicidad?
Es notable la seráfica felicidad que se desprende de estas gentes no obstante pertenecer a un pueblo oprimido por el centralismo asesino de un estado invasor.
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