Enrique Falcó, colaborador del periódico HOY, nos ha enviado un comentario, lo que siempre es un honor, a la entrada sobre
un artículo de Alfonso Ussía que titulamos Disparates de Alfonso Ussía. Como la extensión del comentario es grande y el debate que plantea interesante me parece que merece la pena hacer una nueva entrada con él.
ENRIQUE FALCÓ.
Querido Manolo, también hablé sobre lo de las
lenguas en el senado ( http://www.hoy.es/v/20110123/opinion/lenguas-gato-20110123.html) aunque no profundizé tanto sobre lo que era o no cultura y además no era mi intención (ya sabes que evito hablar de política por aquello de no aburrir a los lectores, eso se lo dejo a otros mejor preparados que yo, o quizás con menos ideas para tratar temas de opinión jeje. yo me limité a criticar que con la que está cayendo se dedique el senado a gastar una pasta gansa en algo que realmente no me parece tan importante teniendo los españoles un idioma común para comunicarnos, y sobre todo hacía hincapié en que quizás si el senado no era consciente de la realidad de los españoles sería mejor eliminar su función.
A mi me gusta mucho Alfonso Ussía y tengo muchos de sus libros (admiro además sobre todo a su abuelo, Pedro Muñoz seca, autor de la venganza de don mendo) no quiera decir con esto que al disfrutar de las aventuras de marqués de sotoancho (desternillantes y a tu disposición en cuanto me las requieras si no las conoces), o de los divertidos e irónicos tratados de las buenas maneras, deba de compartir idiología con el genial escritor que tan excelente dominio del lenguaje muestra en sus obras. Sinceramente, dudo que comparta afinidad política con Antonio Muñóz Molina, al que a pesar de haber leído menos de lo que debiera, me deja con la boca abierta cada vez que abro uno de sus libros, o su mujer, Elvira Lindo, o Pérez Reverte, o el propio Javier Marías. Te digo todo esto, porque solemos negarnos a leer a un autor cuando sus ideas políticas no son compartidas, y creo que ello es un error. A mi Alfonso Ussía, como escritor me parece genial, posee un sentido del humor envidiable, irónico, fresco, mordaz...pero muchos nunca lo disfrutarán (junto a la maestría indudable de su estilo) por aquello de que es un facha. Yo nunca daré la razón a los que piensan que con Franco se vivía mejor (vaya atrocidad) pero jamás me negaré a leer, escuchar o visionar la obra de alguien por sus ideas políticas. Una cosa es la obra, y otra el autor. Estoy convencido de que no me llevaría nada de bien con Hergé...ahora eso sí, de Tintín, estoy enamorado!!!
Un abrazo amigo Manolo, ya sabes que aunque te comente poco (tengo grandes problemas de infraestuctura en mi nueva casa...y de que manera)que sigo tus blogs y no dejo de aprender cosas, y sobre todos de regalarme la sesera con la cultura musical que ofreces en todas las músicas!!! un fuerte abrazo
TODAS LAS COSAS.
Querido Enrique,
No se trata de que discrepemos políticamente. Leí tu artículo y, aunque no estaba de acuerdo contigo en esto de las lenguas, me pareció perfecto, así que no dije nada, ni para bien ni para mal. Sin embargo cuando leí el de Ussía me molestó. Lo que más me molestó del artículo fueron dos cosas: La primera el encabezamiento que había puesto quien lo había mandado, en el que decía que cualquiera, fuera de la idea política que fuera, debería de estar de acuerdo. La segunda, las palabras mal sonantes que el escritor utilizaba. Me enfadaron tanto que escribí aquello de manera exaltada. La primera porque venía a decir que aquello era una verdad incuestionable, lo que era suficiente para que mi menda se pusiera de inmediato a cuestionarlo. Es un vicio que tengo: me gusta cuestionarlo todo. Este tipo de asuntos son cosas que deben someterse a debate y deben expresarse tanto las ideas a favor como en contra de manera razonable, como hiciste tú en tu artículo. Es muy importante, y se hace en todas las sociedades sanas, debatir las cosas y razonar los puntos a favor y en contra para tratar de encontrar un consenso. Pero digo razonar y no despotricar. Lo que no se puede es descalificar sin más cualquier posible cuestionamiento de una verdad inmutable. Así es como se define el dogmatismo: establecer un dogma donde no lo hay. La segunda me parece evidente. Como quiera que en cualquier sociedad moderna las personas tenemos escalas de valores distintas y debemos convivir juntos, (lo que la filosofía moderna llama el politeísmo axiológico), pasa a ser muy importante que algunos mínimos puntos de entendimiento los respetemos todos. Tu sabes, Enrique, que soy muy crítico con los políticos en general, sean del signo que sean, pero no debemos pasarnos del límite de la corrección educada, como tú haces siempre en tus artículos, (alguna vez quizás me he pasado yo, no lo sé). De manera que una persona que es leída por tanta gente como Alfonso Ussía debería tener aún más cuidado que nosotros debido al medio que utiliza, (sobre todo en mi caso pues sólo me leéis unos pocos amigos). En alguna ocasión he visto actitudes parecidas en Javier Pérez Reverte que es un gran escritor. Todos podemos cometer errores y los grandes escritores también. Ahora hay una polémica en Europa con el caso del escritor francés Céline, uno de los grandes del siglo XX, pero que fue un nazi declarado y al que los franceses han
anulado el homenaje previsto para el cincuentenario de su muerte debido a sus ideas antisemitas y racistas.
Se puede discrepar en las ideas pero hay límites que no se deben pasar y cuando se dice que toda la clase política española es gilipollas y se publica en uno de los periódicos de más tirada es porque, tal vez, se esté defendiendo un sistema político contrario al que tenemos y, no me extrañaría nada, que más autoritario.
No me mandes “La venganza de Don Mendo” porque es un libro que tengo de cabecera y hace años que lo compré. Me divierto leyéndolo muy a menudo. Tengo por ahí, (me temo que en VHS), la versión que hizo para el cine el genial Fernando Fernán Gómez. ¿Era de derechas Miguel Delibes? No lo sé. Era un hombre decente y escribía abriéndose al mundo y con talento. Siempre me gustó mucho Camilo José Cela. Cela había sido censor del régimen franquista y sin embargo siempre he sostenido que Cela escribía muy bien, aunque era un payaso que vaciaba una palangana de agua con el culo. ¿Lo viste en la tele? Me han gustado mucho Wenceslao Fernández Flórez, un intelectual independiente pero que se adaptó bien al franquismo y Gonzalo Torrente Ballester, un falangista de primera fila luego arrepentido. Edgar Neville, IV Conde de Berlanga del Duero, escritor y director de cine que trabajó en la campaña ideológica posterior a la guerra, hizo además las primeras películas buenas que se hicieron en España, y aquellos falangistas que como Tono, Antonio Mingote y Miguel Mihura escribieron en la Codorniz satirizando a la burguesía más estúpida de la posguerra, y Jardiel Poncela o Álvaro de la Iglesia, fueron una luz en medio del túnel. Pero hay personas que, por participar activamente en la refriega política, venden su alma al diablo, (como diría Max Weber), y se pasan a defender a los políticos que están en el ruedo, (El Ruedo Ibérico). Ahí tienes a escritores como Fernando Sánchez Dragó, en funciones de dar voz a la derecha española más rancia, después de haber sido antifranquista, y ácrata católico, según se difinió; y otros que habiendo estado en la extrema izquierda acabaron subvirtiendo el país por la derecha, como Jiménez Losantos, que fue de un partido maoísta a la izquierda del P.C.E., o Pío Moa, que trabaja para revisar la Historia desde la derecha después de haber sido miembro del GRAPO.
En fin, que en cuestiones ideológicas cada uno tiene su historia, pero lo importante es el debate inteligente y el trato tolerante entre las personas.