Comentario al blog de Vicente Verdú y su entrada referida al deporte.
La drástica distinción entre cuerpo y espíritu es una cosa de nuestra civilización occidental que no está presente en otras. En realidad la actividad intelectual es corporal porque es una actividad del cerebro, que no está en los cielos sino en el cuerpo de cada cual. Los budistas, por ejemplo, para llegar al cielo del nirvana proponen un recorrido por el cuerpo hasta llegar a dominarlo (yoga). Hace poco me comentaban que el ballet no es muy apreciado en nuestra cultura porque es un arte corporal. En realidad somos tan corporales como cualquiera lo que pasa es que no queremos reconocerlo, la represión social del cuerpo nos lo impide.
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