Hace poco, me decía un amigo que, hoy día, la filosofía no servía para
nada, que la ciencia había solucionado todas las cuestiones que se había
planteado la filosofía. En tan rotunda afirmación es fácil encontrar la
reprobación a su propio razonamiento que vamos a sintetizar en dos calificativos:
la filosofía es holística y crítica. Es
holística porque hace referencia a la totalidad, (del griego hólos), y ya decía
Aristóteles que: “el todo es mayor que la suma de las partes”. Es crítica
porque la filosofía trabaja haciendo preguntas, es decir, cuestionando la
realidad, poniendo en duda lo ya sabido.
¿No te irrita comprobar lo estúpidas que son algunas de las soluciones
tecnológicas que se dan en nuestra vida cotidiana y que la gente acepta de
forma acrítica? Pondremos un ejemplo que, personalmente, me enerva por su
irracionalidad. ¿Habéis visto esos carteles luminosos móviles que ponen en los
comercios, con especial frecuencia en las farmacias, en los que un texto
aparece desplazándose de derecha a izquierda? El comercial que lo ha vendido,
(uno de ellos es un amigo mío que mantiene una gran empresa familiar que da de
comer a mucha gente honestamente vendiendo estas y otras cosas), el comercial, digo, en el ejercicio de su oficio ha animado al
dueño del comercio a que haga saber a los viandantes todo lo que le apetezca
comunicar, pues el cacharro en cuestión lo permite, y el dueño, generalmente
farmacéutico, ha puesto algo así:
Farmacia Galán y Garrido. Todo tipo de especialidades farmacéuticas, homeopatía, preparados, fórmulas magistrales. Abierto todos los días de 9 a 14 horas por la mañana y de 17 a 21 horas por las tardes, sábados hasta las 22 horas. Cerramos los domingos y festivos. 12:45 horas. 57º
Éste último dato, que es el único que a mí me interesa cuando miro estas cosas, suele estar muy modificado al alza cuando le da el sol al luminoso. Yo he visto a una persona salir corriendo espantada hacia su casa al ver la cifra de grados centígrados que aparecía en la farmacia de mi calle.
Farmacia Galán y Garrido. Todo tipo de especialidades farmacéuticas, homeopatía, preparados, fórmulas magistrales. Abierto todos los días de 9 a 14 horas por la mañana y de 17 a 21 horas por las tardes, sábados hasta las 22 horas. Cerramos los domingos y festivos. 12:45 horas. 57º
Éste último dato, que es el único que a mí me interesa cuando miro estas cosas, suele estar muy modificado al alza cuando le da el sol al luminoso. Yo he visto a una persona salir corriendo espantada hacia su casa al ver la cifra de grados centígrados que aparecía en la farmacia de mi calle.
¿Algún farmacéutico se ha creído que alguien va a estar parado algunos
minutos en mitad de la acera leyendo un texto como éste? Primero eran unas
cruces de farmacia (es decir verdes) que daban la hora y la temperatura de la
calle, alternándose. Pero algún genio de la electrónica pensó que tal cosa
podía evolucionar hacia la aberración que estamos comentando ahora. Y lo hizo. Nadie
se va a parar a leer eso porque para poderlo ver bien en un espacio tan corto
se necesita que las letras viajen a una velocidad excesivamente lenta, con lo
cual la lectura de tan edificante texto te puede llevar un par de minutos o más.
¿Habéis visto a gente parada en mitad de la calle leyendo con interés el texto
de uno de estos cacharros? ¿A que no? De modo que casi nadie en mi barrio
conoce lo que se afirma en el cartel de la farmacia de mi calle. Si has tenido la suerte de que al pasar te
daban la temperatura actual, pues eso que te has encontrado; si no, sólo has
visto unas letras que caminan de derecha a izquierda y nada más.
Para hacer una crítica de una cosa hace falta cuestionarla y eso no está
de moda, por eso se dice que la filosofía no se lleva. Naturalmente que no: a
ningún fabricante le interesa que la gente se pare a evaluar su producto, es
mejor que lo acepte acríticamente. Hoy día se ha instalado una mentalidad que
supone que todo lo que es nuevo es mejor que lo que había antes y esto no
siempre es cierto. Vale, acepto que en muchas ocasiones tal afirmación es
cierta y la tecnología nos ayuda a mejorar la vida cotidiana, pero, ¿es mejor,
por ejemplo, escuchar música en un teléfono que en uno de esos equipos de
sonido antiguos con sus altavoces de madera? La virtud del teléfono móvil es
que te permite escuchar sonidos (en ningún caso llegaría yo a calificarlos de
música), y que lo puedas hacer en cualquier momento y en cualquier lugar, pero el
problema es que, a partir de la generalización de los teléfonos móviles, la
gente ya no compra equipos de sonido. Están superados, dicen acríticamente. Un
teléfono móvil no supera a un équido de sonido a la hora de escuchar algo como
puede comprobar cualquiera que no sea sordo. Pero ahí estamos: escuchando
música con peor calidad que lo hacían nuestras abuelas cuando la escuchaban en los transistores
de pilas.
Todo esto no quiere decir que no me gusten las novedades y que no
reconozca las aportaciones que la ciencia primero y la tecnología después han
supuesto para la mejora de la vida humana como ya pronosticaba al final del Renacimiento
Sir Francis Bacon. Lo que no me gusta es que se acepten las cosas acríticamente
porque entonces hemos abierto las puertas de par en par para que nos engañen y
eso es exactamente lo que están haciendo las grandes empresas de monopolios multinacionales y los políticos, que son
sus lacayos en el negocio de engañar a la gente.
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