El
21 de julio pasado, Nacho Álvarez comentaba en El Mundo el modelo energético
que propone PODEMOS a través de unprograma equitativo de inversión en energías limpias para España. Este plan es una respuesta al problema planteado al perder nuestro modelo productivo (equivocadamente basado
en la burbuja inmobiliaria) y que no hemos sustituido por ningún otro, como dice
el economista de Podemos: “ante estos
desafíos, la política económica del Gobierno del PP descansa fundamentalmente
en una apuesta espuria por ganar competitividad: rebajar los costes salariales
y flexibilizar aún más el mercado de trabajo, confiando en que la devaluación interna impulse una
cierta inversión nacional y extranjera que reactive la economía”. Dejando
de lado el hecho de que esto supone que la crisis la paguen los que menos culpa
tienen, es decir, los asalariados, (en especial los de rentas más bajas), la propia
propuesta es mezquina y denota una total incapacidad para plantear soluciones a
esta lastimosa marcha de la economía que nos está llevando a una miseria que
empieza a presentarse como irresoluble.
El plan que presenta Podemos pretende sustituir el uso de combustibles fósiles por energías renovables. La inversión a realizar se amortizaría mediante el ahorro producido en la factura del petróleo a medio plazo y tendría una incidencia positiva en los dos problemas más importantes a los que nos enfrentamos en este momento: el deterioro de nuestro planeta producido por el calentamiento global y, a nivel nacional, la búsqueda de un modelo productivo alternativo a la fallida propuesta neoliberal. “En el corto plazo, la rehabilitación de edificios es un traje a medida para las necesidades de España: una fracción importante de aquellos que perdieron su empleo en la construcción con el estallido de la burbuja inmobiliaria podría trabajar en esta actividad”; afirma Nacho Álvarez. Pero más allá de este primer estímulo para nuestra economía se pretende a largo plazo: “un Plan de Energías Renovables que incorpore todos los eslabones en la cadena de valor, desde la investigación y fabricación hasta la instalación y generación de energía. Estas actividades, de alto valor añadido, requerirían muchos empleos asociados de alta cualificación”.
Este
plan, que ha sido redactado por el equipo de Robert Pollin, científico de la
Universidad de Massachusetts-Amherst, (y consejero del gobierno de Obama), se
adapta perfectamente a nuestras necesidades y es factible. Yo diría que es más
factible que los sistemas energéticos tradicionales basados en combustibles
fósiles, como el del fracking que ya ha causado daños y que ha tenido un coste
de 1.350 millones de euros abonados a la empresa ACS, (después de los
desaguisados causados por la plataforma Castor en Tarragona), en concepto de
indemnización por los beneficios no logrados y que pagaremos los consumidores
en el recibo de la luz, (que será más cara aún durante los próximos 30 años), lo
que ha servido para que Florentino Pérez y sus socios sean un poco más ricos y
nosotros un poco más pobres.
Pues
bien, ante los retos a los que nos enfrentamos dramáticamente, la prensa
española se dedica a lo que podríamos llamar periodismo anecdótico, que
consiste en buscarle las vueltas al adversario publicando opiniones,
informaciones y críticas a las cosas más insustanciales, con tal de no hablar
de lo que, de verdad, debería interesarnos. Nadie habla de este plan sino de la
web de la alcaldesa de Madrid y de los tuit de su concejal de cultura. Bueno,
no sólo eso, El Mundo trae una información que titula: como hablar de Kim
Kardashian sin parecer idiota. ¡Interesante!
Este
partido ha presentado su plan energético, después de elaborar un informe económico de la
situación española y de las vías de solución a nuestros desequilibrios que fue
elaborado por Vicenç Navarro y Juan Torres López antes de las elecciones
locales y que se titulaba: democratizar la economía para salir de la crisis mejorando la equidad, el bienestar y la calidad de vida (una propuesta de
debate para solucionar los problemas de la economía española). Este largo título
encabezaba un documento de 68 páginas en el que se debatían las carencias de
nuestra estructura económica y se proponían soluciones realistas. Nadie ha
contestado con un mínimo de rigor a estas propuestas. En lugar de ello se tacha
al partido de “populista” y se avisa, como recientemente hacía el presidente
del gobierno, de que la crisis ya ha terminado y que, como prueba, se va a
bajar el IVA justo antes de las próximas elecciones generales, tratando de
idiotas al conjunto de la población española. Al tiempo que el otro gran
partido tradicional, el PSOE, asume la reivindicación que hizo Podemos de
garantizar una renta básica, medida que fue calificada por ellos y sus medios
afines con el tópico calificativo de “populista”. Pero frente a la inminencia
de las elecciones nadie se detiene ante nada, y donde dije “digo” digo “Diego”.
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