Estamos asistiendo a un
contrataque de “la casta”. Los que supuestamente se llevaron miles de millones
de pesetas de la Junta de Andalucía y de la Seguridad Social; los que
supuestamente financian su partido cobrándoles comisiones a los contratistas,
arreglaron la sede de Génova con ese dinero, supuestamente financiaron campañas electorales
como se denuncia en Castilla La Mancha, los mismos que repartían una parte en
sobres para pagar al presidente del gobierno, a los ministros y a los dirigentes
del partido; los que supuestamente aprovechaban su influencia para conseguir
contratos millonarios a cambio de nada, solo porque lo hacían en nombre de la
Casa Real; los que se pagan los gastos suntuarios a costa del erario público y
además lo hacen legalmente, (porque son ellos los que hacen las leyes, no
porque sea razonable); los que mantuvieron la burbuja inmobiliaria porque sus
amigos (y ellos) ganaban mucho dinero con eso y además sus amigos alemanes
tenían que invertir sus ahorros en algo, aún a sabiendas de que algún día
tendría que estallar; los que dirigieron el Banco de España, la CNMV, el Ministerio
de Economía, sí, aquellos que decían que la banca española era la mejor del mundo,
mientras que hipermillonarios ejecutivos creaban “las preferentes” para
llevarse el dinero ahorrado a lo largo de toda una vida por nuestros mayores;
los responsables de que leyes decimonónicas, como la Ley Hipotecaria española, arruinaran
a miles de trabajadores y les pusieran en la calle con una enorme deuda que no
pueden pagar; los que han acabado con el estado de bienestar en España, los
mismos que colocan inmensas banderas ridículas de España (o de Cataluña) mientras
que supuestamente tienen todos sus ahorros, sus inmensos ahorros, en Suiza (o
en Andorra); los que han desmontado una sanidad pública que era lo mejor que
teníamos; los que impiden que los jóvenes de familias pobres vayan a la
universidad, (lo que no pasaba ni en el franquismo); los que permiten que
tengamos la electricidad más cara de Europa (después de Malta), la telefonía
más cara de Europa, los carburantes más caros de Europa (antes de impuestos); los
que han creado un tejido empresarial en este país que no es más que una versión
edulcorada de la mafia calabresa, los que le quitan los impuestos a los ricos
para sacarle el dinero a los asalariados; los que permiten que un tercio de la
población gane el salario mínimo y que los ejecutivos de las empresas que nos
roban se lleven decenas de millones de euros al año, los golfos más grandes de España,
los sinvergüenzas más grandes que ha conocida esta atribulada patria ahora
contratacan.
Contratacan diciendo que Ada
Colau habla de la gente que pasa hambre cuando ella está más gordita (Alfonso
Rojo dixit).
Contratacan diciendo que Iñigo
Errejón ganaba nada menos que mil ochocientos euros al mes haciendo un trabajo
de investigación y no iba todos los días a fichar a la universidad.
Contratacan diciendo que Pablo
Iglesias… Bueno, “a Pablo Iglesias todavía no le hemos encontrado nada, pero la
chica esa que le gusta, Tania Sánchez…”
Contratacan diciendo que Manolo Monedero
era del PSOE hace treinta años y ahora mira como los critica y que ganó 400.000
euros en tres años haciendo trabajos para varios países (solo se menciona a Venezuela
que ya sabemos que toda la prensa trabaja para desprestigiarles), además de la
Unión Europea y otros organismos. No sé dónde está el delito pero alguno le
están buscando, dales tiempo.
Pero el colmo de los colmos es lo
que he visto en mi ciudad: un candidato que ha encontrado el PSOE rebuscando
entre los que trabajan por la ciudad y por los barrios que más lo necesitan, un
hombre sencillo y joven, está siendo cuestionado ¡por su propio partido! Uno
puede pensar: ¿qué le han encontrado a este? Pues que no pasó la ITV cuando
debía y la policía local le ha multado.
Vienen a por nosotros: o acabamos
con ellos o ellos van a acabar con nosotros. Y lo están consiguiendo. Mira si
no en Argentina: a los críticos supuestamente los matan con un sicario.
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