Antiguamente la oratoria parlamentaria era algo muy querido por los diputados conservadores, pero las cosas cambian y se modernizan hasta los más recalcitrantes. El PP que ya tenía un alcalde rockero por la parte de El Bierzo, tiene ahora también un líder de lo más guay. Esperanza, que mantiene un pulso con su supuesto cabecilla, ha dicho que la oposición de Rajoy no era todo lo guay que debiera y el supuesto líder del PP ha aprendido la lección. Hoy, ha dicho en el congreso, como muestra de que tiene lo que hay que tener, que el pacto presupuestario es “una bajada de pantalones”. No querías una derecha moderna, pues ahí la tienes. Pronto podrá ir a esos debates de altísimo nivel que se ven en las cadenas privadas.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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