La gente que no ha usado nunca su masa gris, disfruta de pasar el verano sin pensar en nada. ¿Pero si tú nunca has pensado en nada? En realidad con lo que disfrutan es con que el verano les sirva de coartada para hacer lo que más le gusta que es no pensar en nada. Pensar en las cosas es como trabajar: algo incómodo. Sobre todo para las personas que no han trabajado nunca, que tienen un concepto demasiado trágico del trabajo. Y del pensamiento, como ejercicios difíciles de soportar.
jueves, 3 de julio de 2008
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