Este primer verso de un lied
de Mahler viene a decir: “salí esta mañana a los campos”. En efecto, salimos
el sábado a pasear y nos dirigimos hacia los alrededores de la Émerita Augusta, (Mérida). Visitamos
primero el dolmen de Lácara, un inmenso enterramiento que no responde a la idea
que uno tiene de lo que es un dolmen, o a lo que según la R.A.E. efectivamente es:
“Monumento megalítico en forma de mesa, compuesto de una o más lajas colocadas
de plano sobre dos o más piedras verticales.” El de Lácara es un túmulo de buen
tamaño con una cámara mortuoria de la que quedan algunas piedras que hacían de
muros enormes.
Satisfechos de la visita nos
dirigimos a la localidad próxima de Aljucén para tomar allí la ruta señalizada
que atraviesa el Parque Natural de Cornalvo en dirección Norte-Sur. Sale la
ruta acompañando al arroyo Aljucén que en sus bosques de galería y en sus
orillas aloja una gran población de pájaros de muy variadas especies y seguimos
la ruta hasta el puente romano, recién excavado, del que se aprecian ahora los
arranques de sus muros y a partir de ahí toma nuestra ruta la cañada que no es
otra que la Ruta de la Plata, el camino carretero construido por los romanos
sobre estos suelos mezcla de arcillas y arenas. Todo son magníficas dehesas de
encinas y alcornoques y un paisaje que por sus propios méritos y por lo que
supone de pervivencia de estas dehesas que deberíamos entregar a nuestros hijos
tan puras como las encontramos ha merecido ser calificado como parque natural. Divisamos
un halcón abejero y al poco unas grullas pasan volando muy alto aunque el
trompeteo de sus voces se escucha como si las tuviéramos bien cerca.
De repente nos sorprende
encontrar en nuestro camino unas señales de tráfico que avisan de obras. ¿Obras
en un parque natural? Al poco contemplamos desolados el dislate del que los
carteles nos querían prevenir: un inmenso movimiento de tierras que ha dado
lugar a una amplia plataforma de tierra compactada, con unas, a su vez, amplias
cunetas y un relleno (o vaciado) de
tierras que se extiende varios metros a lo ancho, más allá de éstas. Un paisaje
totalmente humanizado, propio de una autopista, atravesando el corredor de
ganados que constituye la Ruta de la Plata. Un ataque en toda regla al paisaje,
perpetrado precisamente en lo que se anunciaba como un parque natural. Y eso
era, y por eso fuimos allí con nuestros amigos, para enseñarles la magnífica
ruta que nosotros conocíamos por haberla recorrido otras veces. Vandalismo puro
y duro. En un momento en el que todas las obras públicas están paradas,
cuestionadas e incluso definitivamente abandonadas, en un tiempo en el que a las
administraciones les queda dinero para realizar apenas un mantenimiento
adecuado de la red viaria, la Junta de Extremadura se gasta unos fondos en
construir una inmensa vía que destroza el paisaje en un parque natural. ¿Por
qué?
- ¿Porque los autores de este desaguisado, (políticos,
ingenieros), no tienen la más mínima sensibilidad ambiental y creen que así se
mejora el parque natural?
- ¿Porque los propietarios de
fincas son gente con influencias en Mérida y han conseguido que ahora que el
gobierno regional está en manos de su partido le arreglen el camino para poder
meter los camiones que van a cargar el corcho (ya tienen allí los palets) y los que mueven las vacas en las
trashumancias locales que realizan a lo largo del año?
El cartel que allí encontramos
hablaba de vías pecuarias, pero más bien debería decir "autovías pecuarias". Por
otra parte, en el cartel se marcaba el tramo que atraviesa el término municipal de Montánchez.
No sé si van a continuar con este tramo, (el que sigue al de Cornalvo hacia el
norte), o si lo han presentado así en Europa y luego lo han trasladado al
tramo del parque. No lo sé.
Lo que sí sé es que no volveré a llevar a mis
amigos a la Ruta de la Plata en Cornalvo para disfrutar de un día de
senderismo.
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