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viernes, 1 de julio de 2016

Reacciones a las elecciones III Respuesta a Pablo Echenique

Pablo Echenique lanza una docena de preguntas para tratar de averiguar cuál es el motivo de la pérdida de votos de Podemos y le pide a las organizaciones territoriales que valoren cada uno de los doce motivos que presenta el responsable de Organización y contesten al test propuesto. Sin embargo, pienso que Pablo no ha incluido, la que para mí, es la principal causa de esta pérdida: jugamos el partido adaptándonos a su juego. ¿A qué juego? Se preguntará: al juego del P.P., desde luego, por eso ese partido ha sido el gran beneficiado.

Dice el diario PÚBLICO: “El P.P. ha crecido en todos los territorios donde se destaparon casos de corrupción desde el 20-D”. La explicación es muy sencilla, durante la campaña de diciembre el debate versó principalmente sobre la corrupción del Gobierno, la crisis económica y sus consecuencias para las clases trabajadoras. En esos territorios que ampararon tanta corrupción hubo desafección de algunas personas decentes, pues personas decentes las hay en todas partes, incluso entre los votantes del P.P.

Sin embargo, en la segunda campaña, la de junio, el tema fue quién pacta con quién. El espectáculo de los partidos haciendo juegos malabares para articular pactos sin conseguir formar gobierno mientras el P.P. se callaba ha sido, a mi parecer, la causa del fracaso del P.SO.E., de ciudadanos y de Podemos, donde el desencanto de algunos exquisitos, (que la izquierda siempre está llena de ellos), asqueados con los movimientos maquiavélicos de unos y otros, se ha llevado muchos votos a la abstención.

Mientras, en los territorios que en diciembre perdieron votos por la corrupción se ha producido una recuperación porque ahora lo que se debatía era otra cosa y, en ese juego, el que mejor ha aguantado ha sido el P.P. Además, la mayoría de ellos siempre va a votar haga lo que haga su partido. 

Reacciones a las elecciones II

Esta semana he cogido por ahí esta cita.
Gobernar a base de miedo, es muy eficaz. El miedo hace que no se reaccione, el miedo hace que no se siga adelante. El miedo es mucho más fuerte casi, desgraciadamente, que el altruismo, que el amor, que la bondad. El miedo nos lo están dando todos los días en los medios de comunicación”. José Luis Sampedro.

Las razones de la desafección de algunos izquierdistas.

- debate ideológico oportunista: ácratas en el 15M, anticapitalistas después, y al final: comunistas o socialdemócratas, no sabemos. Anti-sistemas o populistas según la mayoría de la prensa “profesional”.
- Inoportunidad del referéndum catalán en este país donde el franquismo alcanza hasta a una gran parte de la izquierda cuando se tocan las “esencias patrias”.
- Confusión entre Izquierda Unida y Podemos. Lo que parecía una buena idea no se ha llevado bien, había que haber marcado más una unión estratégica y las diferencias de cada uno. Gente de I.U. que no apoya socialdemócratas y gente de Podemos que no va con el P.C.E. La matraca socialdemócrata de Pablo y la matraca comunista de Garzón.
- La lluvia fina de todos los días metiéndose con Podemos y, sobre todo, en donde ya gobierna que son los ayuntamientos del cambio. La magnífica labor de éstos aparece en la prensa como una banda de gamberros irresponsables dilapidando el dinero del contribuyente. Un periodista como Ignacio Escolar, poco defensor de la casta, ha dicho que la gente no ha entendido que Podemos no apoyara al P.S.O.E. y C’s el 20D.
- Lo del sorpasso sonaba muy mal y ha creado mala prensa entre la izquierda.
- El sentido crítico de que siempre hace gala la izquierda ha sido demoledor. El voto de U.P. se ha ido a la abstención.
- A mucha gente hay que darle tiempo para que: a) se convenza de los objetivos de la izquierda; y b) para que confíe en que U.P. es capaz de llevarlos a buen fin.
- La impaciencia de querer arreglar el país de un plumazo, como siempre pasa en este bendito país. Santiago y cierra España.
- La irrupción del Brexit dos o tres días antes ha debido ser crucial para que la gente se volviera más conservadora a todos los niveles: en el nivel de la izquierda-derecha y en el nivel de lo nuevo-lo viejo. La proximidad a las elecciones ha sido la razón de que este hecho haya pasado inadvertido en las encuestas. En cuanto a las encuestas a pie de urna, los votantes del P.P. y del P.S.O.E. se avergüenzan de reconocer que votan a partidos tan corruptos.
- Es increíble el altísimo nivel de autocrítica de la izquierda. Todos están contento menos nosotros. El P.S.O.E. ha perdido la mitad de sus votantes y tampoco pasa nada.

Solo está derrotado el que deja de soñar. 

Reacciones a las elecciones I

Como en la izquierda no buscamos astucias para justificar las derrotas, hoy decimos todos que no hemos ganado. Y es verdad. No sé por qué motivo las encuestas, incluso las últimas, las de a pie de urna, nos daban más votos de los que luego han sido. Da igual. El caso es que ahora hay que seguir. 
¿No parece que cuando alguien juega un partido, de futbol o de lo que sea, y se deja contagiar por el juego del otro al final pierde el partido? Esa es la impresión que tengo desde diciembre. 
En estos meses se ha hecho un esfuerzo para “pulir” detalles de la estrategia que pudieran impedirnos ganar y creo humildemente que ahí nos hemos equivocado. Por ejemplo, la definición ideológica. Podemos no tiene por qué definirse. Sabemos el trabajo que hay que hacer y eso es suficiente, no necesitamos presentarnos como comunistas (Garzón dixit) ni como anti-capitalistas, como dijo Teresa Rodríguez, ni socialdemócratas, como se dijo en las últimas semanas de esta segunda campaña. Lo que importa es que ha habido una transferencia enorme de dinero desde los asalariados de todo tipo hacia el capital, y eso se tiene que acabar. Lo que importa es que en España no hay un proyecto de país y Podemos sí lo tiene, como por ejemplo, el plan de transición energética que redactó con Equo, que supondría la rehabilitación de miles de edificios para mejorar su eficiencia energética, así como la promoción decidida de las energías limpias. Lo que importa es que la austeridad hay que cambiarla por trabajo, y por trabajo bien hecho. Eso es lo que hay que decirle a la gente, no que venimos a instaurar una segunda socialdemocracia y que, esta sí, va a ser la buena. No señor, venimos a cambiar las cosas con cabeza, con moderación, pero con firmeza. Venimos a terminar con las puertas giratorias, con la economía de la corrupción, con el despilfarro político en las administraciones. Venimos a acabar con el gasto innecesario en armamento y en operaciones de prestigio que ya no nos sirven de nada porque nuestro desprestigio no lo arregla ni la virgen del ministro ese que oye voces. Tenemos un proyecto que está muy claro y no hay que andar vendiendo “crecepelos” porque no lo necesitamos, tenemos un producto magnífico, a ver si nos enteramos, pero no necesitamos comerle el coco a nadie. Sólo hay que vender honestamente lo que tenemos que es mucho y muy bueno. 

Una vez más, hemos empezado por Maquiavelo. Vayamos al grano, que la gente tiene muchos problemas y no quiere ver torear a los políticos, quiere soluciones. Ya sé que no nos dejan vivir. Que tienen los medios de comunicación para hablar todos los días de Venezuela, para decirnos que los griegos no han podido y que lo único que podemos hacer es postrarnos ante la troika y encomendarnos a la Merkel y al Deutsche Bank. Pero, qué le vamos a hacer: habrá que trabajar mucho para llegar. Pues empecemos ya, que corre prisa. Hablemos de economías, de derechos y libertades, hablemos de propuestas y dejémonos de marear la perdiz que para eso ya ha habido muchos antes que nosotros que lo hicieron y que lo siguen haciendo. Las cosas no se hacen solas y esto lleva mucho curro.