Ayer, día 20, publicaba un escrito Arturo González en su espacio de Público titulado “por qué votaré a IU”. Sin ánimo de emular a nadie y mucho menos de corregir, hoy me gustaría contar aquí por qué voy a votar “al tío de la coleta” y al proyecto PODEMOS.
Voy a votar a Podemos el próximo
domingo en primer lugar porque pienso que el proyecto político que surgió de la
aprobación de la Constitución de 1978 está caduco. A algunos no nos gustó mucho
que triunfara la reforma frente a la ruptura, pero tuvimos que aceptarlo, en
primer lugar por razones puramente democráticas: fue aprobado por la mayoría
del pueblo español, y en segundo lugar por tomarlo como un mal menor. Algo
parecido a lo que hicieron los franquistas: aceptar el empate para seguir
jugando.
En otras ocasiones he votado a
determinadas opciones por razones estratégicas, coyunturales, en definitiva
utilitarias (voto útil). No volveré a hacerlo. No merece la pena. Cada uno que
vote lo que considere oportuno (o se abstenga) y no decidamos en función de lo
que las encuestas dicen que van a hacer los demás. Votar a partidos
minoritarios tiene el inconveniente de que tu voto se puede perder en la nada,
pero no daré más mi voto a personas que no merecen la más mínima confianza. Les
votamos, nos engañaron, pues se acabó.
Voy a votar a Podemos porque he
descartado otras opciones. Los socialdemócratas atraviesan una crisis de
difícil salida desde que se hicieron liberales. El neoliberalismo es el gran
enemigo, no podemos confiar en nadie que se apoye en esos postulados: al
enemigo ni agua.
La izquierda que representa IU es
parte del sistema de castas de la transición. Por otro lado, si son los
comunistas disfrazados de corderos asistidos por compañeros de viaje, no me
interesan. Comparto su lucha, incluso me considero marxista en algún sentido,
pues creo que Marx supuso una aportación impagable al pensamiento liberador de
los débiles, pero nunca quise saber nada del comunismo como tal y no lo voy a
hacer ahora. Si no son comunistas, qué son: ¿republicanos? Eso no es ser nada,
también George W. Bush es republicano convencido, y ¿qué?
Voy a votar a Podemos porque,
como dijo el otro día Íñigo Errejón, la crisis económica y el tratamiento que
se le ha dado desde la política oficial, supone la ruptura del “pacto social”,
sin el cual no es posible la convivencia en un estado democrático. No voy a
entrar en detalles, pero debemos de asumir que nos han dejado tirados, en la
calle, solos y abandonados en la jungla. Actuemos en consecuencia.
Voy a votar a Podemos porque está
formado por gente como Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón,
que aportan un pensamiento de nueva izquierda que me parece muy interesante,
basado en un análisis lúcido de la situación y que, además, cuenta con personas
que conozco personalmente y que me merecen toda la confianza, personas como
Pedro Wichard.
Voy a votar a Podemos, pero no voy
a dejar de ser crítico con ellos, de la misma forma que soy crítico con los
demás, y no pienso darles un cheque en blanco para que con mi voto hagan algo
distinto de lo que prometieron.
¿Cuándo fue la última vez que
votaste con ilusión?
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